1 de noviembre de 2008

Súplica para la Iglesia militante


por Ignacio B. Anzoátegui

¿Es que perdió su rumbo

la nave de la Iglesia? ¿Es que a porfía
se nos ha puesto a andar de tumbo en tumbo

ebria y alzada la marinería?


¿Qué fue de la pasada
misión
de iluminar la mar ignota?

¿Quién le dejó, Señor, así trocada,
su derrota en derrota?


¿Qué viento amotinado

rasgó sus velas y quebró su quilla

y la azotó sobre el acantilado

lejos de Ti, mi Dios y de Tu orilla?

¿Qué capitán, Señor, adormecido,
por culpa y obra de la democracia
le quitó su vigor y su sentido

y la gracia velera de Tu Gracia?


Todavía esperamos que en tu pía

solicitud nos salves del naufragio.

El diablo nos acecha día a día

¡escúchanos, Señor, nuestro sufragio!


¡Y que Santa María,

Nuestra Señora, la Corredentora,

si fuera necesario,

nos tienda nueva vez en esta
hora
el Santo salvavidas del Rosario!

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