Este blog está optimizado para una resolución de pantalla de 1152 x 864 px.

Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

4 de septiembre de 2009

La verdad sobre El Código da Vinci (Parte Segunda).- Examen crítico de los argumentos del Código Da Vinci (III)








por José Antonio Ullate Fabo





Tomado de Conoze







III. Silas en Andorra, Fibonacci


El bautizo de Silas y su paso por Andorra

Capítulo 10, páginas 77-78:

Se está narrando la historia de Silas, el monje albino. «A los dieciocho años, en una ciudad portuaria, mientras intentaba robar una caja con jamones curados de un barco carguero, le pillaron dos miembros de la tripulación. [...] El joven le rompió el cuello a uno con la fuerza de sus manos, y sólo la llegada de la Policía salvó al otro de un destino similar.

»Dos meses después, con grilletes en pies y manos, llegó a la cárcel de Andorra.

»Durante doce años, su carne y su alma fueron marchitándose. [...] Una noche, se despertó al oír los gritos de otros presos. No sabía qué fuerza hacía temblar el suelo sobre el que dormía, ni qué poderosa mano sacudía las paredes de su celda, pero nada más levantarse de la cama, una piedra enorme cayó justo donde él había estado acostado. Al levantar la vista para ver de dónde se había desprendido, vio un hueco en la pared temblorosa y, a través, de él, una visión que no había visto en años: la luna». Tras un viaje rocambolesco, el fugitivo llega hasta Oviedo, hasta la casa del cura Manuel Aringarosa. «¿Cómo te llamas? -le preguntó el cura. El fantasma no se acordaba del nombre que sus padres le habían puesto. [...]

»Vacilante, el fantasma cogió la Biblia y buscó el pasaje que el cura le había señalado.

»Hechos, 16.

»Aquellos versículos hablaban de un preso llamado Silas que estaba desnudo y herido en su celda, cantando himnos al Señor. Cuando el fantasma llegó al versículo 26 ahogó un grito de sorpresa.

»... y de pronto hubo un gran terremoto y los cimientos de la cárcel se agitaron y todas las puertas se abrieron.

»[...] -A partir de ahora, amigo mío, si no tienes otro nombre, te llamaré Silas».

El sistema penal francés, según Brown, es realmente interesante. El joven albino comete un homicidio en una ciudad portuaria francesa, pero de forma misteriosa «con grilletes en pies y manos, llegó a la cárcel de Andorra». Para un norteamericano debe de resultar divertido pensar que Europa funciona así.

*************************************************************

Para leer el capítulo completo haga click sobre este enlace.


0 comentarios: