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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

16 de agosto de 2008

16 de Agosto, Festividad de San Joaquín


San Juan Damasceno

Sermón 6, sobre la Natividad de la Virgen María

"Ya que estaba determinado que la Virgen Madre de Dios nacería de Ana, la naturaleza no se atrevió a adelantarse al germen de la gracia, sino que esperó a dar su fruto hasta que la gracia hubo dado el suyo. Convenía, en efecto, que naciese como primogénita aquella de la había de nacer el primogénito de toda la creación, en el cual todo se mantiene.

¡Oh bienaventurados esposos Joaquín y Ana! Toda la creación os está obligada, ya que por vosotros ofreció al Creador el más excelente de todos los dones, a saber, aquella madre casta, la única digna del Creador.

Alégrate, Ana, la estéril, que no dabas a luz, cantar de júbilo, la que no tenías dolores. Salta de gozo, Joaquín, porque de tu hija un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, y será llamado: «Ángel del grande designio» de la salvación universal, «Dios guerrero». Este niño es Dios.

¡Oh bienaventurados esposos Joaquín y Ana, totalmente inmaculados! Sois conocidos por el fruto de vuestro vientre, tal como dice el Señor: Por sus frutos los conoceréis. Vosotros os esforzasteis en vivir siempre de una manera agradable a Dios y digna de aquella que tuvo en vosotros su origen. Con vuestra conducta casta y santa, ofrecisteis al mundo la joya de la virginidad, aquella que había de permanecer virgen antes del parto en el parto y después del parto; aquella que, de un modo único y excepcional, cultivaría siempre la virginidad en su mente, en su alma y en su cuerpo.

¡Oh castísimos esposos Joaquín y Ana! Vosotros, guardando la castidad prescrita por la ley natural, conseguisteis, por la gracia de Dios, un fruto superior a la ley natural, ya que engendrasteis para el mundo a la que fue madre de Dios sin conocer varón. Vosotros, comportándoos en vuestras relaciones humanas de un modo piadoso y santo, engendrasteis una hija superior a los ángeles, que es ahora la reina de los ángeles. ¡Oh bellísima niña, sumamente amable! ¡Oh hija de Adán y madre de Dios! ¡Bienaventuradas las entrañas y el vientre de los que saliste! ¡Bienaventurados los brazos que te llevaron, los labios que tuvieron el privilegio de besarte castamente, es decir, únicamente los de tus padres, para que siempre y en todo guardaras intacta tu virginidad!

Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad. Alzad fuerte la voz, alzadla, no temáis."

15 de agosto de 2008

Vivaldi. Magnificat. RV 610.

En honor de Nuestra Señora



Antonio Vivaldi - Magnificat (RV 610).

1. Magnificat (Adagio).
2. Et exultavit (Allegro).
3. Et Misericordia (Andante Molto).

Concerto Italiano.

Roberta Invernizzi (Soprano).
Gemma Bertagnolli (Soprano).
Sara Mingardo (Contralto).
Gianluca Ferrarini (Tenor).

Dir. Rinaldo Allesandrini (2nd version).



1. Fecit potentiam (Presto).
2. Deposuit potentes (Allegro)
3. Esurientes implevit bonis (Allegro).




1. Suscepit Israel (Largo, Allegro, Adagio).
2. Sicut locutus (Allegro ma poco).
3. Gloria Patri (Largo, Andante, Allegro).


15 de Agosto, Asunción de Nuestra Señora en cuerpo y alma a los Cielos


Homilía de S.S. Benedicto XVI del 15 de Agosto de 2007


En su gran obra "La ciudad de Dios", san Agustín dice una vez que toda la historia humana, la historia del mundo, es una lucha entre dos amores: el amor a Dios hasta la pérdida de sí mismo, hasta la entrega de sí mismo, y el amor a sí mismo hasta el desprecio de Dios, hasta el odio a los demás. Esta misma interpretación de la historia como lucha entre dos amores, entre el amor y el egoísmo, aparece también en la lectura tomada del Apocalipsis, que acabamos de escuchar. Aquí estos dos amores se presentan en dos grandes figuras. Ante todo, está el dragón rojo fortísimo, con una manifestación impresionante e inquietante del poder sin gracia, sin amor, del egoísmo absoluto, del terror, de la violencia.
Cuando san Juan escribió el Apocalipsis, para él este dragón personificaba el poder de los emperadores romanos anticristianos, desde Nerón hasta Domiciano. Este poder parecía ilimitado; el poder militar, político y propagandístico del Imperio romano era tan grande que ante él la fe, la Iglesia, parecía una mujer inerme, sin posibilidad de sobrevivir, y mucho menos de vencer. ¿Quién podía oponerse a este poder omnipresente, que aparentemente era capaz de hacer todo? Y, sin embargo, sabemos que al final venció la mujer inerme; no venció el egoísmo ni el odio, sino el amor de Dios, y el Imperio romano se abrió a la fe cristiana.
Las palabras de la sagrada Escritura trascienden siempre el momento histórico. Así, este dragón no sólo indica el poder anticristiano de los perseguidores de la Iglesia de aquel tiempo, sino también las dictaduras materialistas anticristianas de todos los tiempos. Vemos de nuevo que este poder, esta fuerza del dragón rojo, se personifica en las grandes dictaduras del siglo pasado: la dictadura del nazismo y la dictadura de Stalin tenían todo el poder, penetraban en todos los lugares, hasta los últimos rincones. Parecía imposible que, a largo plazo, la fe pudiera sobrevivir ante ese dragón tan fuerte, que quería devorar al Dios hecho niño y a la mujer, a la Iglesia. Pero en realidad, también en este caso, al final el amor fue más fuerte que el odio.
También hoy el dragón existe con formas nuevas, diversas. Existe en la forma de ideologías materialistas, que nos dicen: es absurdo pensar en Dios; es absurdo cumplir los mandamientos de Dios; es algo del pasado. Lo único que importa es vivir la vida para sí mismo, tomar en este breve momento de la vida todo lo que nos es posible tomar. Sólo importa el consumo, el egoísmo, la diversión. Esta es la vida. Así debemos vivir. Y, de nuevo, parece absurdo, parece imposible oponerse a esta mentalidad dominante, con toda su fuerza mediática, propagandística. Parece imposible aún hoy pensar en un Dios que ha creado al hombre, que se ha hecho niño y que sería el verdadero dominador del mundo.
También ahora este dragón parece invencible, pero también ahora sigue siendo verdad que Dios es más fuerte que el dragón, que triunfa el amor y no el egoísmo. Habiendo considerado así las diversas representaciones históricas del dragón, veamos ahora la otra imagen: la mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, coronada por doce estrellas. También esta imagen presenta varios aspectos. Sin duda, un primer significado es que se trata de la Virgen María vestida totalmente de sol, es decir, de Dios; es María, que vive totalmente en Dios, rodeada y penetrada por la luz de Dios. Está coronada por doce estrellas, es decir, por las doce tribus de Israel, por todo el pueblo de Dios, por toda la comunión de los santos, y tiene bajo sus pies la luna, imagen de la muerte y de la mortalidad. María superó la muerte; está totalmente vestida de vida, elevada en cuerpo y alma a la gloria de Dios; así, en la gloria, habiendo superado la muerte, nos dice: "¡Ánimo, al final vence el amor! En mi vida dije: "¡He aquí la esclava del Señor!". En mi vida me entregué a Dios y al prójimo. Y esta vida de servicio llega ahora a la vida verdadera. Tened confianza; tened también vosotros la valentía de vivir así contra todas las amenazas del dragón".
Este es el primer significado de la mujer, es decir, María. La "mujer vestida de sol" es el gran signo de la victoria del amor, de la victoria del bien, de la victoria de Dios. Un gran signo de consolación. Pero esta mujer que sufre, que debe huir, que da a luz con gritos de dolor, también es la Iglesia, la Iglesia peregrina de todos los tiempos. En todas las generaciones debe dar a luz de nuevo a Cristo, darlo al mundo con gran dolor, con gran sufrimiento. Perseguida en todos los tiempos, vive casi en el desierto perseguida por el dragón. Pero en todos los tiempos la Iglesia, el pueblo de Dios, también vive de la luz de Dios y —como dice el Evangelio— se alimenta de Dios, se alimenta con el pan de la sagrada Eucaristía. Así, la Iglesia, sufriendo, en todas las tribulaciones, en todas las situaciones de las diversas épocas, en las diferentes partes del mundo, vence. Es la presencia, la garantía del amor de Dios contra todas las ideologías del odio y del egoísmo.
Ciertamente, vemos cómo también hoy el dragón quiere devorar al Dios que se hizo niño. No temáis por este Dios aparentemente débil. La lucha es algo ya superado. También hoy este Dios débil es fuerte: es la verdadera fuerza. Así, la fiesta de la Asunción de María es una invitación a tener confianza en Dios y también una invitación a imitar a María en lo que ella misma dijo: "¡He aquí la esclava del Señor!, me pongo a disposición del Señor". Esta es la lección: seguir su camino; dar nuestra vida y no tomar la vida. Precisamente así estamos en el camino del amor, que consiste en perderse, pero en realidad este perderse es el único camino para encontrarse verdaderamente, para encontrar la verdadera vida.
Contemplemos a María elevada al cielo. Renovemos nuestra fe y celebremos la fiesta de la alegría: Dios vence. La fe, aparentemente débil, es la verdadera fuerza del mundo. El amor es más fuerte que el odio. Y digamos con Isabel: "Bendita tú eres entre todas las mujeres". Te invocamos con toda la Iglesia: Santa María, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

14 de agosto de 2008

El tradicionalismo de Gambra


por el Dr. Miguel Ayuso



1. Toda la obra de Rafael Gambra participa, en mayor o menor medida, y en conexión ya directa o indirecta, de la comprensión última y el repudio radical de lo que supuso la civilización racionalista y su núcleo teorético. Así una buena parte de sus afanes ha quedado para la descripción de lo que de mortífero tiene el racionalismo y para la recuperación del auténtico aliento humano que se produce cuando logramos desprendernos de la influencia de aquél. Esta es la auténtica constante —en filosofía o en política— de todo su quehacer, vertido, en cuanto a la primera, en los últimos años cuarenta y los cincuenta hacia la depuración de la reacción antirracionalista que fue la filosofía existencial, y de los sesenta en adelante hacia la denuncia de la delincuencia intelectual promovida por el progresismo; al tiempo que desarrollado, en cuanto a la segunda, en la reivindicación del régimen político tradicional y en la denuncia del avance hacia el modelo demoliberal, durante los años cincuenta y sesenta, así como, a partir de los setenta, en la comprobación diaria de su carácter disolvente.
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14 de Agosto, Vigilia de la Asunción






Por eso, después que una y otra vez hemos elevado a Dios nuestras preces suplicantes e invocado la luz del Espíritu de Verdad, para gloria de Dios omnipotente que otorgó su particular benevolencia a la Virgen María, para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte, para aumento de la gloria de la misma augusta Madre, y gozo y regocijo de toda la Iglesia, por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial.
S.S. Pío XII

El mismo día: Conmemoración de San Eusebio


San Eusebio, presbítero romano, resistió valientemente a los arrianos. Para castigarlo por su fidelidad a Dios, el emperador Constancio lo hizo encerrar en una cárcel tan estrecha que apenas podía moverse en ella. Desde el fondo de su mazmorra, elevó al Cielo su corazón, rogando salir pronto de este destierro. Lo escuchó el Señor y lo llamó después de siete meses de prisión. Sobre su tumba se escribió este epitafio: Aquí yace Eusebio, varón de Dios.

13 de agosto de 2008

Los caballos de Troya


por Miguel Ángel Loma Pérez


Cuando se trata de socavar conceptos e instituciones fundamentales el proceso utilizado es básicamente el mismo: se busca un caso extremo, algo que suene a un atentado de lesa Humanidad; una de esas situaciones que tocan la fibra más íntima del corazón y que por su trágica singularidad no podría ser tomado como base para instituir una ley general sino que constituye la excepción que se presenta insolente para burlarse de la regla.

Una vez hallado este caso estrella, hay que utilizarlo como icono magnético que automáticamente nos conduzca a identificar el problema poniéndole cara y ojos; por eso, suele ser más conveniente utilizar la imagen física del caso elegido que perder el tiempo en un estudio sereno y racional de los antecedentes y circunstancias que configuran el hecho.

Seguidamente, se accede a los medios de comunicación, que suelen caracterizarse por ser extremadamente dóciles con el progresismo para evitar ser tachados de retrógrados, y desde allí se procede a un bombardeo inmisericorde de la opinión pública, utilizando el caso estrella con toda clase de artillería de apoyo: mientras más burda y gruesa sea, mayores efectos se consiguen.

Todo vale, si se sirve convenientemente aderezado con verdades a medias y medias verdades, un buen lema de combate que guarde cierta rima (para ser coreado en las manifestaciones), unos cuantos datos comparativos de lo que dicen que sucede en otros países sobre esa misma cuestión, y unos sondeos manipulados con resultados expresados en cifras redondas fáciles de asimilar; si hay que mentir se miente (¿quién es Pitágoras para frenar el progreso de la humanidad?).
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13 de Agosto, Conmemoración de San Hipólito y San Casiano, Mártires


El sacerdote romano Hipólito, presbítero de la Iglesia romana y teólogo de renombre, se había constituido como cabeza de una comunidad disidente. Durante la persecución de Maximino, fue deportado a Cerdeña con el Papa Ponciano, donde se reconcilió con la Iglesia. Sometido a trabajos forzados, murió mártir del clima malsano, hacia el año 238.


San Casiano, maestro de escuela, sufrió el más cruel suplicio. Le ataron las manos atrás del cuerpo y lo entregaron a los niños, a quienes enseñaba, para que lo mataran a estiletazos. Tanto más prolongado y doloroso fue su suplicio cuanto menos fuerza tenían sus verdugos, y más gloriosa fue así su victoria.
Casiano era un maestro severo y eficiente. Enseñaba a sus niños los rudimentos de la gramática, al mismo tiempo que un arte especial: el de la taquigrafía, ese arte de condensar en breves signos las palabras. Es acusado de cristiano. Y los perseguidores tienen la maligna ocurrencia de ponerle en manos de los mismos niños, sus discípulos, para que muera atormentado por ellos, y que los instrumentos del martirio sean los mismos de que antes se valían para aprender.
El poeta Aurelio Prudencio, relata así el martirio de San Casiano:
"Unos le arrojan las frágiles tablillas y las rompen en su cabeza; la madera salta, dejándole herida la frente. Le golpean las sangrientas mejillas con las enceradas tabletas, y la pequeña página se humedece en sangre con el golpe. Otros blanden sus punzones... Por unas partes es taladrado el mártir de Jesucristo, por otras es desgarrado; unos hincan hasta lo recóndito de las entrañas, otros se entretienen en desgarrar la piel. Todos los miembros, incluso las manos, recibieron mil pinchazos, y mil gotas de sangre fluyen al momento de cada miembro. Más cruel era el verduguito que se entretenía en surcar a flor de carne que el que hincaba hasta el fondo de las entrañas".

12 de agosto de 2008

12 de Agosto, día de la Reconquista


El 25 de Agosto de 1806, Don Santiago de Liniers declaraba deberse la Reconquista de Buenos Aires al singular y visible patrocinio de Nuestra Señora del Rosario, dejando en evidencia el espíritu que animó esa gloriosa gesta .

Consideración preliminar

En 1806 ya hacía tiempo que la cristiandad medieval venía siendo socavada por el proceso revolucionario y tres consecuencias de ello —entre tantas otras— se mostraron factores favorables al intento inglés en el Plata: a) la decadencia social, moral y religiosa; b) el absolutismo estatista; y c) el menoscabo de la defensa.

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12 de Agosto, Festividad de Santa Clara de Asís



Co-fundadora de la Orden de las Damas Pobres, o Clarisas, y primera abadesa de San Damiano; nacida en Asís el 16 de julio de 1194; fallecida en la misma localidad el 11 de agosto de 1253.

Era la hija mayor de Favorino Scifi, conde de Sasso-Rosso, representante acaudalado de una antigua familia romana, a quien pertenecía un gran palacio en Asís y un castillo en las faldas del monte Subasio. Eso es, al menos, lo que cuenta la tradición.

Su madre, Bta. Ortolana, pertenecía a la noble familia de los Fiumi y destacaba por su celo y piedad. Desde sus primeros años Clara parecía dotada con las más raras virtudes. Ya de niña era muy aficionada a la oración y a la práctica de la mortificación, y cuando alcanzó la adolescencia su repugnancia por el mundo y su ansia de una vida más espiritual se incrementaron.

Cuando Clara tenía dieciocho años, San Francisco acudió a la iglesia de San Giorgio de Asís para predicar durante la cuaresma. Las palabras inspiradas del Poverello encendieron una llama en el corazón de Clara. Fue a buscarle en secreto y le suplicó que la ayudara a vivir también "según el modo del Santo Evangelio".
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11 de agosto de 2008

Formación de la conciencia histórica española


por Alvaro Maortua (para conocer al autor haga click sobre su nombre)

tomado de Arbil

(Haga click sobre la imagen para leer el primer escrito en español.)

Al comienzo de la Edad Moderna Europa se enfrentó desde dos opciones radicalmente distintas: la del nominalismo voluntarista, que negaba que la libertad estuviera ínsita en la naturaleza humana, por lo que debía ser cuantitativamente adquirida, y rechazaba la capacidad de la razón para el conocimiento especulativo; y la del racionalismo de raíz tomista que afirmaba precisamente ambas cosas. España se colocó de lleno dentro de esta segunda modernidad y en razón de su poder político acabó siendo cabeza del bando del humanismo racional cristianoEspaña es un campo histórico inteligible, es decir, una realidad compleja que puede explicarse por medio de su trayectoria temporal: el espacio físico en que dicha trayectoria se realizó es simplemente un marco. Tiene su importancia, pero no dicta su ley. Al comienzo de la modernidad se puso especial énfasis en señalar, dentro de dicha trayectoria, un hecho diferencial respecto a los otros países europeos: España era una realidad preexistente.
"Perdida" el 711 y "reconquistada" trabajosamente con posterioridad. Esto de la reconquista es muy importante: no me refiero a esa especie de batalla desde Covadonga a Granada que imaginaban nuestros abuelos sino al hecho de que España tuvo que ser recobrada y al mismo tiempo, reconstruida.
La noción de la "pérdida" no fue de acuñación moderna: aparece en la Crónica que llamamos "Continuatio hispana" del 754, escrita por un mozárabe de Córdoba que es, al mismo tiempo, uno de los primeros en utilizar el término "europeos" para designar a los cristianos occidentales. La pérdida a que se refería no estaba relacionada con la estructura política del reino visigodo, cuyos males denunciaba, sino con la conciencia de San Isidoro, de quien se sentía continuador.
Tal era la raíz de lo preexistente: poco o nada tenía que ver con un indigenismo primitivo, ni con su posible maduración.
España ha sido descubierta por fenicios y cartagineses, por griegos y por romanos, todos los cuales la contemplaban como algo lejano, extremo y occidental: allí estaban las puertas del mar insondable que nadie podía explorar. Naturalmente estos descubridores, al instalarse en ella, absorbieron o rechazaron, según los casos, al elemento indígena y trataron de hacer un mundo a su imagen y semejanza, un mundo en el que pudieron reconocerse a sí mismos los romanos, que han poseído más que ningún otro pueblo, ese curioso don que Virgilio llamaba "regere imperio populos". Lo consiguieron y de tal modo que llegaría un momento en que hombres nacidos en Córdoba o Sevilla eran modelos de romanidad superiores a los que había visto la luz en propia Roma.
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11 de Agosto, Conmemoración de San Tiburcio, Mártir y Santa Susana, Virgen y Mártir



San Tiburcio


Nació en Roma, hijo de Cromacio, vicario del prefecto; fué convertido por San Sebastián, después de haber dado libertad á 1.400 esclavos, que se hicieron cristianos; renunció el empleo y se retiró á su casa de campo, la cual fué el refugio de los cristianos perseguidos en tiempo de Diocleciano. Había sido, como su padre, uno de los más hábiles abogados de su tiempo, y cambió la toga por el tormento de los mártires de Jesucristo.
Su celo por la Religión y sus virtudes se hicieron públicos. Sus milagros eran tan patentes que muchos gentiles abrazaron la fe cristiana. Habiendo reprendido al hipócrita Torcuato por sus vicios, éste le delató al emperador de ser cristiano. Preso Tiburcio, confesó la verdad de nuestra fe y los embustes y sofistería de Torcuato, con el valor que da la divina gracia. Encolerizado Fabiano, sucesor de Cromacio, mandó que sacrificase á los dioses del gentilismo, y, negándose á ello, fué condenado á pasear con los pies descalzos sobre fuego vivo, y como salió ileso de este tormento, le llevaron á una legua de la ciudad, en la vía Lavicana, y allí le cortaron la cabeza el 11 de Agosto del año 286.


Santa Susana

Santa Susana fue hija única del sacerdote romano Gavania, un familiar del emperador Diocleciano (284-305). Educada en el espíritu de la fe cristiana y dentro de las reglas de verdadera devoción, estudió diferentes ciencias y era considerada como una doncella muy instruida e inteligente. Físicamente muy bella, se distinguía por su castidad, firmeza en su fe y ferviente amor por Cristo.A fin de consagrarse por completo a Dios, la casta Susana se negó a la proposición de Diocleciano de contraer matrimonio con el futuro emperador Galerio y quiso permanecer virgen, siguiendo así el ejemplo de la Virgen María.Diocleciano, para inclinarla a aceptar el matrimonio, la instaló en su palacio y la encomendó a su esposa, la reina Sirena, a convencerla para que se casara. Pero la emperatriz también era cristiana, pero en secreto, y se alegró de la firme resolución de Susana. Al saber por boca de su esposa de la persistencia en no contraer matrimonio por parte de Susana, Diocleciano le dio permiso a su hijo Maximiliano a deshonrarla. Por eso ordenó que fuera devuelta a casa de su Padre.Cuando por la noche, Maximiliano visitó a Susana, la encontró rezando a Dios. Lleno del deseo deshonesto, quiso acercarse a ella pero, al ver sobre su cabeza un ángel que irradiaba una brillante luz, se asustó y huyó al palacio donde relató, lo visto a Diocleciano.Entonces Diocleciano envió a un cruel torturador de cristianos llamado Macedonio a obligar a Susana a rendir culto a un ídolo. Tampoco pudo convencerla y, entonces, sin misericordia Macedonio comenzó a apalear a la mártir. Santa Susana seguía inquebrantable. Al enterarse, Diocleciano ordenó al inhumano Macedonio a despedazarla con una espada.Todo esto tenía lugar en la casa paterna de la Santa. La valentía y la inquebrantable fe de Susana, a tal punto asombró a sus familiares, que todos ellos -el dignatario Claudio, su esposa Prepedinga, sus hijos Alejandro y Kufio y también su hermano Claudio Máximo- tomaron el Bautismo. Al poco tiempo de la muerte de Santa Susana, su padre y su hermano Gay, también sufrieron el martirio y murieron. Las reliquias de Santa Susana y de su Padre se encuentran en Roma, en la iglesia que lleva su nombre.

10 de agosto de 2008

10 de Agosto, Festividad de San Lorenzo, Diácono y Mártir



De acuerdo con la tradición, Lorenzo nació en Osca (Huesca), España, una pequeña ciudad de Aragón, ubicada en las laderas de los Montes Pirineos.

De joven fue enviado a la ciudad de Zaragoza para completar sus estudios humanísticos y teológicos. Fue entonces cuando conoció al futuro Papa Sixto II –originario de Grecia– que daba cátedra en un importante centro de estudios al que nuestro santo concurría.
Cuentan los escritos que Lorenzo sobresalía por su calidad humana, por la delicadeza de su ánimo y por su inteligencia. Poco a poco fue generando una amistad profunda con su maestro, basada en la comunión y familiaridad, que con el tiempo aumentó y se consolidó.
El interés que tenía por Roma, como centro de la cristiandad y ciudad sede del Vicario de Cristo, pronto fue contagiado a su maestro. Ambos dejaron España, con la esperanza de realizar su sueño de evangelización en la ciudad en la cual el apóstol Pedro había dado su testimonio supremo de amor a Cristo.
El 30 de agosto del año 257 Sixto II asumió su pontificado, aunque por un período menor a un año. Inmediatamente quiso junto a sí a su antiguo discípulo y amigo Lorenzo, a quien le encargó el delicado trabajo de protodiácono. Este cargo representaba la cabeza de los diáconos de Roma, que eran siete en total, y correspondía a la segunda persona en la jerarquía de la Iglesia de aquel entonces.

San Ambrosio, en sus escritos titulados “De Officiis”, es quien más detalles brinda sobre el martirio de San Lorenzo, sucedido a los tres días de la muerte de San Sixto II (también mártir), su obispo y más querido amigo.
El emperador romano Valeriano, había publicado un decreto el año 257, en el cual advertía que todo aquel que se declarara cristiano sería condenado a muerte, por lo que la persecución se inició y tornó muy agresiva.
Los paganos de la época querían echar mano de los recursos que la Iglesia iba acumulando en un fondo común, a manera de cooperativa, para la asistencia de los más necesitados.
Tratando de justificar ante la opinión pública la persecución a los cristianos, se apeló a las más grandes injurias, entre las cuales destacan las versiones inventadas de grandes orgías y festines crueles realizados en medio de tesoros de oro y plata, en las que incluso se llegaba a acusar a los clérigos de celebrar sacrificios humanos.
El 6 de agosto del año 258, (cuatro días antes del martirio del archidiácono San Lorenzo) el Sumo Pontífice San Sixto (Sixto II), estaba celebrando la Santa Misa dentro de una catacumba en el cementerio de Roma. Los paganos y la policía del emperador lo apresaron para asesinarlo junto con cuatro de sus diáconos.
La antigua tradición relata un supuesto diálogo entre Lorenzo y el Sumo Pontífice, mientras éste agonizaba. Se cuenta que al encontrarlo le dijo: “Padre mío, ¿Te vas sin llevarte a tu servidor?” a lo que San Sixto respondió: “Hijo mío, dentro de pocos días me seguirás, pues Dios nos ha prometido su Santa Gloria si logramos ser pacientes y nos mantenemos fieles a sus palabras” (Cfr. De Officiis de San Ambrosio).
Cumpliendo el último deseo de su maestro y mentor, San Lorenzo se movilizó para regalar y distribuir entre los pobres de la ciudad todos los bienes de la Iglesia de Roma.
Ese mismo día, el Alcalde de Roma exhortó a Lorenzo a entregar todas las riquezas de la Iglesia romana a disposición de las autoridades del emperador, bajo amenaza de muerte.
Con gran entusiasmo, el diácono aceptó la encomienda reconociendo que, efectivamente, la Iglesia de Roma tenía riquezas incomparables, al punto que todos los tesoros del emperador no podrían igualar. Pidió un lapso de tres días para juntar y presentar todo al alcalde, tiempo que le fue concedido.
No fue leve su fatiga al reunir a cuanto pobre y enfermo pudo encontrar. Llamó a viudas, leprosos, enfermos de tuberculosis y lacerados; paralíticos y mendigos harapientos; y los reunió a todos para hacer llamar de inmediato al Alcalde y anunciarle que había cumplido su misión. Al cabo, le presentó a toda esa gente como la riqueza más grande sobre la tierra.

Enfurecido, el Alcalde mandó a torturar a San Lorenzo hasta la muerte. Tendieron una parrilla de acero sobre brasas ardientes y mandaron a colocar sobre ella al diácono. Lorenzo no pudo ocultar su alegría por recibir el martirio para llegar al encuentro con el Señor. Mientras lo torturaban, oró por Roma y por la difusión de la fe de Cristo por todo el mundo.
La gente de su alrededor y las autoridades que lo veían, no ocultaban su asombro al ver que no demostraba dolor mientras su carne era asada. Se dice que la gente creyente que presenciaba la tortura, no sólo no sintió el fétido olor del mártir quemado, sino que sintieron una fragancia agradable cuando el santo pedía al señor que su sacrificio fuese agradable aroma de fe y testimonio.
Cuenta la tradición que con el ánimo todavía en alto, San Lorenzo le dijo a su verdugo: “ya estoy asado de un lado. Ahora denme vuelta para que termine de asarme por el otro.” Y efectivamente fue volteado. Para sorpresa de sus enemigos, al momento de quemarse por completo, Lorenzo les dijo: “ya estoy totalmente asado, ya pueden comer”. Con la tranquilidad que lo había acompañado en su calvario, expiró orando continuamente por el pueblo de Dios. Era el 10 de agosto del año 258.
San Lorenzo fue sepultado en el cementerio de Ciriaca, en Agro Verano, sobre la Vía Tiburtina, en Roma. El Papa Constantino erigió la primera capilla a su nombre en el sitio que ocupa actualmente la iglesia de San Lorenzo extra muros, la quinta basílica patriarcal de Roma.

Un mundo dividido en pedazos



por Alexander Solzhenitsyn


Creo que el mejor tributo a este gran pensador y literato, (fallecido a los 90 años, el 3 de Agosto) es leerlo ...y entenderlo.
Recemos una oración por su descanso eterno.
Las negritas son mías.


Discurso de graduación en Harvard

8.VI.1978



Estoy sinceramente complacido de estar con ustedes con en esta ocasión ocasión del 327° año lectivo en esta antigua e ilustre universidad. Vayan mis felicitaciones y mis mejores deseos para todos aquellos que hoy se gradúan.El lema de Harvard es "Veritas." Muchos de ustedes ya han aprendido y otros lo aprenderán a lo largo de sus vidas que la verdad nos elude si no nos esforzamos plenamente en seguirla. E incluso mientras nos elude, la ilusión por conocerla todavía persiste y nos lleva a algunos desaciertos. Además, la verdad raramente es grata; casi siempre es amarga. También hay algunas amarguras en mi discurso de hoy. Pero deseo suscitar esa ansiedad no como un adversario sino como un amigo.Hace tres años en Estados Unidos, dije ciertas cosas que parecían inaceptables. Hoy, sin embargo, mucha gente coincide con lo que yo he dicho...

Un mundo dividido en pedazos

La división del mundo de hoy es perceptible incluso contemplado superficialmente. Cualquiera de nuestros contemporáneos rápidamente identificaría dos potencias mundiales, cada una de ellas capaz de destruir enteramente a la otra. Sin embargo, la comprensión de esta división a menudo está limitada a la concepción política, a la ilusión de que el peligro puede ser conjurado mediante negociaciones diplomáticas exitosas o por un cuidadoso equilibrio de fuerzas armadas. La verdad es que esta división es mucho más profunda y más alienante; la ruptura es mayor de lo que puede parecer a primera vista. Esta profunda y múltiple ruptura conlleva el peligro de múltiples desastres para todos nosotros, según la antigua verdad de que un Reino — en este caso, nuestra Tierra — divido contra sí mismo no puede subsistir.

Mundos contemporáneos
Ahí está el concepto del Tercer Mundo: así pues, ya tenemos tres mundos. Indudablemente, sin embargo, el número es incluso mayor, sólo que estamos demasiado lejos para verlo. Algunas antiguas culturas autónomas están arraigadas profundamente, especialmente si se han extendido sobre la mayor parte de la Tierra, constituyendo un mundo autónomo, llenas de acertijos y sorpresas para el pensamiento Occidental. Como mínimo, debemos incluir en esa categoría a China, la India, el mundo musulmán y África, si efectivamente aceptamos la aproximación de mirar las dos últimas como unidades compactas. Durante mil años Rusia ha pertenecido a tal categoría, aunque el pensamiento Occidental sistemáticamente cometa el error de negarle su carácter autónomo, y por ello nunca la entendió, del mismo modo que hoy Occidente no comprende a Rusia en la cautividad comunista. Puede ser que en años pasados Japón ha sido cada vez más como una parte distante de Occidente, no quiero opinar sobre eso aquí; pero, Israel, por ejemplo, pienso que permanece separado del mundo Occidental aunque sólo sea porque su sistema estatal permanece ligado a la religión.
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VII. El dolor humano



por C.S. Lewis


(Continuación)


Todas las cosas que son como deberían ser se ajustan a esta segunda ley eterna; e incluso aquellas cosas que con esta ley eterna no están acordes son, no obstante, de algún modo ordenadas por la primera ley eterna.
HOOKER. Laws of Eccles. Pol., I, iii, 1.



En este capítulo planteo seis proposiciones necesarias para completar nuestra descripción del sufrimiento humano; éstas no surgen una de la otra y, por lo tanto, deben ser entregadas en un orden arbitrario.

1.- En el cristianismo hay una paradoja acerca de la tribulación. Bienaventurados sean los pobres, pero mediante "juicio" (i.e., justicia social) y limosnas hemos de eliminar la pobreza donde sea posible. Bienaventurados seamos cuando nos persigan, pero podemos evitar la persecución huyendo de ciudad en ciudad, y podemos implorar que se nos libre de ella, así como Nuestro Señor imploró en Getsemaní. Pero, si el sufrimiento es bueno, ¿no debiera ser buscado con afán, en lugar de evitársele? Mi respuesta es que el sufrimiento no es bueno en sí. Lo bueno de cualquier experiencia dolorosa es, para quien sufre, su abandono en la voluntad de Dios, y para los espectadores, la compasión que despierta y los actos de misericordia a los que conduce. En el universo caído y parcialmente redimido, podemos distinguir: 1) el bien simple que desciende de Dios, 2) el mal simple producido por las creaturas rebeldes, y 3) el uso que Dios hace de ese mal para su propósito redentor, y que produce el bien complejo, al cual contribuyen la aceptación del sufrimiento y el arrepentimiento del pecado. Ahora bien, el hecho de que Dios pueda hacer de un mal simple, un bien complejo, no disculpa -a pesar de que por medio de la misericordia pueda salvar- a quienes cometen el mal simple. Y esta distinción es fundamental. Las ofensas deben venir, pero ay de aquellos de quienes provienen; los pecados sí hacen que la gracia abunde, pero no debemos hacer de ello una disculpa para seguir pecando.
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