Tomado de
Enciclopedia Católicabispo de Vercelli, nació en Cerdeña alrededor del año 283; murió en Vercelli, Piemonte, el primero de agosto de 371. Fue hecho lector en Roma, donde vivió algún tiempo, probablemente como miembro o cabeza de una comunidad religiosa (Spreitzenhofer, Die Entwickelung des alten Mönchtums in Italien, Vienna, 1894, 14 sq.), Más tarde vino a Vercelle, la actual Vercelli, y en el año 340 fue electo unánimemente obispo de esta ciudad por la clerecía y el pueblo. Recibió la consagración episcopal de manos del Papa Julio I, el 15 de Diciembre del mismo año. De acuerdo al testimonio de San Ambrosio (Ep. lxiii, Ad Vercellenses) él fue el primer obispo de Occidente que unió la vida monástica con la clerical. Él encabezó con el clero de su ciudad, una vida común que modeló en la de los cenobitas de Oriente (San Ambrosio, Ep. lxxxi y Serm. lxxxix). Por esta razón los canónigos regulares de San Agustín lo reconocen junto con San Agustín como su fundador (Proprium Canon. Reg., 16 Diciembre).
En el año 364 el Papa Liberio envió a Eusebio y al Obispo Lucifer a Cagliari a encontrarse con el Emperador Constantino, quien estaba entonces en Arles en la Galia. El propósito del encuentro era inducir al emperador a convocar un concilio que debía poner fin a las disensiones entre arrianos y ortodoxos. El sínodo se llevó a cabo en Milán en el 355. Al principio Eusebio declinó asistir porque preveía que los obispos Arrianos, apoyados por el emperador, no aceptarían los decretos del concilio de Nicea e insistirían en la condena de San Atanasio. Siendo presionado por el emperador y los obispos para presentarse en el sínodo, llegó a Milán, pero no fue admitido al sínodo sino hasta que el documento que condenaba a San Atanasio fue elaborado y puesto para la firma de los obispos. Eusebio protestó vehementemente contra la injusta condena de San Atanasio y, a pesar de las amenazas del emperador, se negó a firmar al documento. Como resultado fue enviado al exilio, primero a Citópolis en Siria, donde el obispo Arriano Patrófilo, a quien Eusebio llamó su carcelero, (Baronius, Annal., ad ann. 356, n. 97), lo trató muy cruelmente; después a Capadocia y finalmente a Tebaida. Con la subida al trono del emperador Juliano, se les permitió volver a sus sedes a los obispos exiliados, en el año 362. Sin embargo, Eusebio y su hermano de exilio, Lucifer, no retornaron de inmediato a Italia. Actuando de acuerdo a sus facultades o, como es más probable, habiendo recibido nuevas facultades como legados del Papa Liberio, permanecieron en Oriente por algún tiempo, ayudando a restablecer la paz en la Iglesia. Eusebio fue a Alejandría a consultar a San Atanasio sobre el tema de convocar el sínodo que en el año 362 se realizó bajo la presidencia de ambos. Además de declarar la divinidad del Espíritu Santo y la doctrina ortodoxa concerniente a la Encarnación, el sínodo acordó tratar con suavidad a los obispos apóstatas arrepentidos e imponer severos castigos a los líderes de varias facciones Arrianizantes. Al poco tiempo Eusebio fue a Antioquia para reconciliar a Eustasianos y Melesianos. Los Eustasianos eran seguidores del obispo San Eustasio, quien fue depuesto y exiliado por los arrianos en el año 331. Ya que la elección de Melesio fue realizada principalmente por los Arrianos, los Eustasianos no lo reconocían, aunque proclamó solemnemente su fe ortodoxa desde el púlpito después de su consagración episcopal. El sínodo Alejandrino hubiera deseado que Eusebio reconciliara a los Eustasianos con el Obispo Melesio, eliminando de su elección cualquier cosa que pudiera ser irregular en ella, pero Eusebio, tras arribar a Antioquía encontró que su hermano legado Lucifer, había consagrado a Paulino, el líder de los Eustasianos, como Obispo de Antioquía, y así involuntariamente se había frustrado el arreglo pacífico. Incapaz de reconciliar las facciones en Antioquía, visitó otras Iglesias de Oriente en el interés de la fe ortodoxa, y finalmente pasó a través de Dalmacia hacia Italia. Habiendo arribado a Vercelli en el año 363, apoyó al celoso san Hilario de Poitiers en la supresión del arrianismo en la Iglesia de Occidente, y fue uno de los principales oponentes del Obispo arriano Ausencio de Milán. La Iglesia lo honra como un mártir y celebra su fiesta el 16 de Diciembre ( N.T. actualmente su memoria se celebra el 2 de Agosto). En el "Journal of Theological Studies" (1900), I, 302-99, E.A. Burn atribuye a Eusebio el "Quicumque". (VER CREDO ATANASIANO).
Tres cartas breves de Eusebio son impresas en Migne, P.L., XII, 947-54 y X, 713-14. San Jerónimo (De vir. ill., c. lvi, y Ep. li, n. 2) le atribuye una traducción latina de un comentario a los Salmos, escrito originalmente en griego por Eusebio de Cesarea; pero este trabajo se ha perdido. Hay preservado en la catedral de Vercelli el "Codex Vercellensis", el mas temprano manuscrito de los antiguos Evangelios Latinos (codex a), que se cree generalmente haber sido escrito por Eusebio. Fue publicado por Irico (Milán 1748) y Bianchini (Rome, 1749), y es reimpreso en Migne, P.L. XII, 9-948; una nueva edición fue publicada por Belsheim (Christiania, 1894). Krüger (Lucifer, Bischof von Calaris", Leipzig, 1886, 118-30) atribuye a Eusebio una oración bautismal por Caspari (Quellen sur Gesch, Des Taufsymbols, Christiania, 1869, II, 132-40). La confesión de fe "Des. Trinitate confessio", P.L., XII, 959-968, a veces atribuida a Eusebio no es autentica.
BUTLER, Lives of the Saints, 15 Dec.; BARING-GOULD, Lives of the Saints, 15 Dec.; DAVIES, in Dict. Christ. Biogr.; St. Jerome, De viris illustribus, xcvi; FERRERIUS, Vita s, Eusebii episcopi Vercellensis (Vercelli, 1609); UGHELLI, Italia Sacra (Venice 1719), IV, 749-61; BARONIUS, Annalesad ann. 355-371; MORIN en Revue Benedictine (Maredsous, 1890), VII, 567-73; SAVIO, Gli antichi vescovi d'Italia (Piedmonte) (Turin, 1899), 412-20, 514-54; BARDENHEWER, Patrologie, Shahan Tr. (Freiburg im Br.; St. Louis, 1903), 417-18.
MICHAEL OTT
Trascrito por C.A. Montgomery
Traducido por José L Fernández