Este blog está optimizado para una resolución de pantalla de 1152 x 864 px.

Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

21 de junio de 2008

Siete excelencias de la sotana



















para leer el artíclo publicado por el blog amigo Crux et Gladius haga click sobre la imágen

Gabriel García Moreno, vencedor del liberalismo en el Ecuador


Hechos de los Apóstoles en América,

José María Iraburu

En la ciudad de Guayaquil, porteña y liberal, en el año 1821, nació Gabriel García Moreno, octavo hijo de una familia muy distinguida, pues su padre Gabriel García Gómez, español leonés, nacido cerca de Ponferrada, fue procurador síndico de Guayaquil, y su madre, Mercedes Moreno, era hija del regidor perpetuo del ayuntamiento de la ciudad, hermana del arcediano de Lima y del oidor de Guatemala, y tía del cardenal Moreno, primado de Toledo. Gabriel, de niño, dio muestras de un temperamento sumamente débil y medroso. De tal modo le espantaba cualquier cosa, que no pudo ser enviado a la escuela, y fue su madre su primera maestra.

Gabriel, a los nueve años, justamente cuando se produce la independencia, queda huérfano de padre, y la familia, que se había distinguido como realista, se ve en la ruina. Un buen fraile mercedario, el padre Betancourt, que ayudaba espiritualmente a doña Mercedes, se hizo cargo de Gabriel, sirviéndole de maestro durante varios años, con gran provecho. Gabriel, que hablaba a veces en latín con su maestro, mostraba una memoria prodigiosa y una gran facilidad para el estudio. En esos años cambió totalmente su forma de ser, haciéndose una personalidad fuerte y valiente.

Para leer su bigrafía entera haga click sobre la imágen

21 de Junio, Festividad de San Luis Gonzaga, Confesor


Se crió entre soldados

San Luis Gonzaga, nació el 9 de marzo, de 1568, en el castillo de Castiglione delle Stivieri, en la Lombardia. Hijo mayor de Ferrante, marqués de Chatillon de Stiviéres en Lombardia y príncipe del Imperio y Marta Tana Santena (Doña Norta), dama de honor de la reina de la corte de Felipe II de España, donde también el marqués ocupaba un alto cargo. La madre, habiendo llegado a las puertas de la muerte antes del nacimiento de Luis, lo había consagrado a la Santísima Virgen y llevado a bautizar al nacer. Por el contrario, a don Ferrante solo le interesaba su futuro mundano, que fuese soldado como el.


Para leer la biografía completa haga click sobre la imágen, que representa al santo, meditando frente a un crucifijo, pintado por Goya entre 1781 y 1785.

Museo de Bellas Artes de Zaragoza.

20 de junio de 2008

Un poco de buena música

Madrigales



La tricotea, san Martin la vea.
Abres un poc al agua y señalea.
La bota senbra tuleta,
la señal d'un chapiré.
Ce que te gus per mundo spesa.
La botilla plena.

Dama, qui maina,
cerrali la vena,
Orli, cerli, trun, madama,
cerlicer, cerrarli ben,
botr' ami contrari ben.
Niqui, niquidón,
formagidón, formagidón.

Yo soy monarchea, de grande nobrea.
Dama, por amor, dama, bel sé vea,
dama, yo la vea.

Anonymous "La tricotea", from "The King's Singers, Madrigal History Tour, The Spain".



De los álamos vengo, madre,
de ver cómo los menea el aire.
De ver a mi linda amiga.
De los álamos vengo, madre,
de ver cómo los menea el aire.


Composed by Juan Vasquez, "De los álamos", from "The King's Singers, Madrigal History Tour, The Spain".



Compadre, debes saber,
que la más buena mujer,
rabia siemprehi por deser,
Harta bien la tuya tú.

Cucú, cucú, cucucú,
Guarda no los seas tú.

Compadre, has de guardar,
para nunca encornudar,
si tu mujer sale a mear,
sal junto con ella tú.

Cucú, cucú, cucucú,
Guarda no los seas tú.


Composed by Juan de la Encina, "Cúcu", from "The King's Singers, Madrigal History Tour, The Spain".

20 de junio, día de la Bandera, Muerte de don Manuel Belgrano

La Religiosidad de Belgrano

por Cristina Minutolo de Orsi

Los viejos documentos, las crónicas y distintos testimonios de época permiten dimensionar la figura trascendente de Manuel Belgrano, que en los albores de la Patria se convierte en fervoroso defensor de la causa americana. Belgrano no es solo mediador en el proceso revolucionario, sino un activo movilizador de la Patria nueva. Su correspondencia con los principales hombres públicos de su época así lo demuestra. Su fama se proyectó a nivel continental para estar colocada al lado de nombres como Francisco Miranda, Simón Bolívar y José de San Martín.

Para leer el artículo completo haga click sobre la imágen.

La unidad religiosa, encrucijada de la teología y de la política


Un artículo del llorado maestro español Don Rafael Gambra, escrito en 1989, con motivo del XIV Aniversario del III Concilio de Toledo.
Como todos sus escritos tiene el valor de lo perenne.

Para leer el artículo completo haga click sobre la imágen.


A lo largo de la historia, los españoles siempre tuvimos a honra la preservación de nuestra Unidad religiosa católica, desde que la juró Recaredo en el III Concilio de Toledo -año 589- hasta la ley todavía cercana de 1968 (que, como consecuencia del II Concilio Vaticano, proclamó la "libertad religiosa") y más propiamente hasta la vigente Constitución laica de 1978, con la solo excepción de los cinco años de la II República. Incluso las Constituciones liberales del siglo pasado, por más que afirmasen como origen del poder el propio pacto constitucional, establecían la Unidad religiosa y la confesionalidad católica del Estado como punto primero de esa convención. Es decir, el Rey y las leyes reconocieron siempre a la religión católica como religión oficial, y los cultos públicos, la enseñanza y las costumbres se regularon dentro de los supuestos básicos de la fe católica.


La Bruja Blanca y el Ojo de Mordor


Había bajado para conservar, este artículo del Sr Ricardo G. Cardinali de Política y desarrollo, otro weblog, sin ánimo de publicarlo pues ya lo estaba. Me entero, por carta de su autor, leyendo comentarios de Panorama Católico, que dicho articulo había sido borrado del sitio uno o dos días después de publicado. Como me ha gustado mucho, decidí sacarlo a luz.

Mezcla de Narnia y el Señor de los Anillos, es de rigurosa actualidad.

A disfrutarlo.


Para leer el artículo completo haga click sobre la imágen


Traducción: Ricardo Guillermo Cardinali

Presentación

Había una vez (¿de qué otra manera se puede empezar este relato?) un grupo de profesores de la muy circunspecta Universidad de Oxford que constituyeron una sociedad informal con la finalidad de recitar poemas en inglés antiguo, cantar en latín, fumar en pipa y tomar cerveza.Llamóse The Inklings la tal sociedad y su sede era un pub. Sus dos miembros más famosos fueron Clive Staples Lewis y John Ronald Reuel Tolkien, creadores de las sagas de Narnia y el Anillo, respectivamente.

Según una tradición nunca comprobada, que algunos investigadores consideraban como una simple maniobra comercial del cantinero destinada a atraer parroquianos, Tolkien y Lewis habrían escrito entre ambos en una mesa del pub un texto en el que los amigos compartían personajes y escenarios.

Habiendo llegado a mis oídos la leyenda de este manuscrito perdido, comencé una búsqueda agotadora y exhaustiva, siguiendo endebles pistas que las más de las veces terminaban en desalentadores callejones sin salida. Hasta que finalmente un dato fidedigno que me proporcionó un borracho londinense a la vera del Támesis me llevó al Reino de Escocia.

19 de junio de 2008

Algún video del Camino Neocatecumenal más

Se preguntan en los comentarios de Panorama Católico, blog amigo, que enlazó los videos anteriores, si estas prácticas son comunes en el Camino, o bien si son expresiones ocasionales de algún grupo en particular.
Para despejar alguna de esas dudas publico, mal que me pese, otros videos de distintos orígenes que prueban que son práctica común en buena parte del mundo, casi diría que universales en esos grupos.
En el primero, de Arequipa, Perú, notarán varias cosas: primero aparece un sacerdote, segundo cantan Dayenú, tercero aparece en un momento (final) una mano que tapa el objetivo de la cámara impidiendo filmar.
Antes de cada uno de los videos, tal cual lo hice ayer en los anteriores, inserto la información que acompaña a cada uno de ellos sin editarla, es decir sin corregir ortografía, entre otras cosas, y eso que tengo miedo que mi madre, desde el cielo, me propine un buen cachetazo por publicar cosas mal escritas. (era maestra de las de antes).
Tengo por seguro que estos clips son de "fanas" del dichoso Camino. Y que creen que con estas manifestaciones nos están neocatecumenizando, si me perdonan el neologismo.
El segundo, de Guanajuato, México, también aparece un cura, si bien no revestido, es de la Vigilia Pascual, y siguen cantando Dayenú, fue editado por una suiza, de 27 años que utiliza el seudónimo de erikaebv.
El tercero, en portugués, (Brasil), aparecen varios curas revestidos, uno de ellos muy aburrido, es de la Vigilia Pascual de este año.
En el cuarto veremos la Fiesta de Pascua neocatecumenal, con varios bautismos, con cura revestido, cantado en ¿italiano? con subtítulos en inglés, y dále con Dayenú..
Harto de mi ignorancia , recurro a wikipedia que me informa sobre Dayenú. (click sobre el vínculo, en rojo).
Y recurro al diccionario y traductor online de Espasa-Calpe sobre la palabra passover, todo junto, pues pass over significa fallecimiento, y los muchachos en cuestión estaban demasiado alegres para un velorio, y me encontré con lo siguiente. (click sobre el vínculo).
Y ahí me convencí que estos muchachos No eran Católicos, Apostólicos y Romanos(¿¡?!?.




dayenu en Pascua ,Esta es la Pascua en el Centro Neocatecumenal de Arequipa-Peru con la 1era Comunidad que ya hizo la Election...... hnos los invito a ver este video




canto de la danza final de la vigilia pascual




Aclamação e leitura do Evangelho da Ressurreição. Fundo musical: Não está aqui, Ressuscitou!




neocatechumenal passover (2007). Sin más datos.


La plaza es nuestra


Este artículo fue publicado hace ya un tiempo, pero como no ha perdido nada de actualidad, decido republicarlo.


por el Dr. Antonio Caponetto

“Desde el primer momento que los vi supe que eran mis hijos.

Bajaban enmalonados y disfónicos de colectivos y camiones, rodeados de rostros que eran un solo rostro atrabiliario o convulso. El vale para alguna vitualla extra por haberse movilizado a medianoche, les asomaba por los bolsillos, veteranos de plusvalías. Los gritos se les hacían babaza entre las comisuras, y corrían por las calles golpeando a tamberos y tractoristas, cosechadores y sembradoras, señoras con críos y jóvenes trabajadores, todos los cuales –como se sabe- son la oligarquía vacuna.

Para leer el artículo entero haga click sobre la imágen

19 de Junio, Festividad de Santa Juliana de Falconieri, Vírgen


Esta santa tuvo la dicha de ser sobrina de un santo (San Alejo Falconieri, hermano de su padre) y de ser dirigida espiritualmente por otro santo (San Felipe Benicio).

Nació en Florencia en el año 1270. Su padre era riquísimo y había construido por su propia cuenta un templo en honor de la Sma. Virgen de quien era sumamente devoto.

Para leer el artículo completo haga click sobre la imágen.

La táctica del General Néstor Kirchner


por el Dr. Aníbal D´Angelo Rodríguez




Es ya un lugar común entre los estudiosos de la realidad argentina actual que el ex (¿)presidente Néstor Kirchner tiene una concepción militar de la política: no la entiende sino como confrontación entre dos fuerzas que – como en todas las guerras – tienen que destruir a la contraria o ser destruidas. No es exagerado, pues, identificarlo como un general que conduce tropas a batallas que se desarrollan una tras otra.

Lea el artículo completo haciendo click sobre la imágen del "general", apretando con bronca.


18 de junio de 2008

LACHRIMAE ANTIQUAE, John Dowlands

A guisa de revulsivo





HESPÉRION XX (Jordi Savall, Christophe Coin, Sergi Casademunt, Lorenz Duftchmid, Paolo Pandolfo, José Miguel Moreno) interpreta LACHRIMAE ANTIQUAE, de JOHN DOWLANDS.

Grabación de 1987.

CD: LACHRIMAE OR SEAVEN TEARES, FIGURED IN SEAVEN PASSIONATE PAVANS.

Paduana del Re




Anonymous - Paduana del Re (Mss. Venice).

Hespérion XXI:

Jordi Savall (Viola de Gamba Soprano).
Sergi Casademunt (Viola de Gamba Tenor).
Faluni Alqhai (Viola de Gamba Bajo).
Philippe Pierlot (Viola de Gamba Bajo).
Diaz Latorre (Tiorba).
Dimitris Psonis (Percursión).

Dir. Jordi Savall.

De los Cristeros a ... ¡ésto?

danza de catecumenos en guanajuato(encuentro de jovenes 2007 en leon guanajuato)




No puedo poner ningún post más, y hay muchos...
Disculpen, estoy nauseoso...

¿Católico?

Bautizo por inmersión de Andrés Alvarado Sanabria, en la Parroquia de San Diego de Tres Ríos, en la Vigilia Pascual, el día 23 de marzo del 2008.


Danza del camino neocatecumenal. ¿Católico?

Video de la danza al final de la convivencia de inicio de curso del 2007 en la casa de Lago Texcoco en México Df.

18 de Junio, Festividad de San Efrén, Diácono, Confesor, Padre y Doctor de la Iglesia







Si desea leer algunos de los escritos de San Efrén
Haga click sobre la imágen.



Publicamos la intervención que pronunció S.S. Benedicto XVI el miércoles 28 de noviembre de 2007 durante la audiencia general, en la que meditó sobre la figura de San Efrén, considerado como el más grande de los padres de la Iglesia en Siria.

* * *

Queridos hermanos:

Según una opinión común hoy, el cristianismo sería una religión europea, que habría exportado la cultura de este continente a otros países. Pero la realidad es mucho más compleja, pues la raíz de la religión cristiana se encuentra en el Antiguo Testamento y, por tanto, en Jerusalén y en el mundo semítico. El cristianismo se alimenta siempre de esta raíz del Antiguo Testamento. Su expansión en los primeros siglos tuvo lugar tanto hacia occidente, hacia el mundo greco-latino, donde después inspiró la cultura Europa, como hacia oriente, hasta Persia, la India, ayudando de este modo a suscitar una cultura específica, con lenguas semíticas, y con una propia identidad.

Para mostrar esta multiformidad cultural de la única fe cristiana de los inicios, en la catequesis del miércoles pasado hablé de un representante de este otro cristianismo, Afraates el sabio persa, para nosotros casi desconocido. En esta misma línea quisiera hablar hoy de san Efrén el sirio, nacido en Nísibis en torno al año 306 en el seno de una familia cristiana.

Fue el representante más importante del cristianismo en el idioma siríaco y logró conciliar de manera única la vocación de teólogo con la de poeta. Se formó y creció junto a Santiago, obispo de Nísibis (303-338), y junto a él fundó la escuela teológica de su ciudad. Ordenado diácono, vivió intensamente la vida de la comunidad local hasta el año 363, en el que Nísibis cayó en manos de los persas. Entonces Efrén emigró a Edesa, donde continuó predicando. Murió en esta ciudad en el año 373, al quedar contagiado en su obra de atención a los enfermos de peste.

No se sabe a ciencia cierta si era monje, pero en todo caso es seguro que decidió seguir siendo diácono durante toda su vida, abrazando la virginidad y la pobreza. De este modo, en el carácter específico de su cultura, se puede ver la común y fundamental identidad cristiana: la fe, la esperanza --esa esperanza que permite vivir pobre y casto en este mundo, poniendo toda expectativa en el Señor-- y por último la caridad, hasta ofrecer el don de sí mismo en el cuidado de los enfermos de peste.

San Efrén nos ha dejando una gran herencia teológica: su considerable producción puede reagruparse en cuatro categorías: obras escritas en prosa (sus obras polémicas y los comentarios bíblicos); obras en prosa poética; homilías en verso; y por último los himnos, sin duda la obra más amplia de Efrén. Es un autor prolífico e interesante en muchos aspectos, pero sobre todo desde el punto de vista teológico.

El carácter específico de su trabajo consiste en unir teología y poesía. Al acercarnos a su doctrina, tenemos que insistir desde el inicio en esto: hace teología de forma poética. La poesía le permite profundizar en la reflexión teológica a través de paradojas e imágenes. Al mismo tiempo, su teología se hace liturgia, se hace música: de hecho, era un gran compositor, un músico. Teología, reflexión sobre la fe, poesía, canto, alabanza a Dios, van juntos; y, precisamente por este carácter litúrgico, aparece con nitidez en la teología de Efrén la verdad divina. En la búsqueda de Dios, al hacer teología, sigue el camino de la paradoja y del símbolo. Privilegia las imágenes contrapuestas, pues le sirven para subrayar el misterio de Dios.

Ahora no puedo hablar mucho de él, en parte porque es difícil de traducir la poesía, pero para dar al menos una idea de su teología poética quisiera citar pasajes de dos himnos. Ante todo, y de cara también al próximo Adviento, os propongo unas espléndidas imágenes tomadas de los himnos «Sobre la natividad de Cristo». Ante la Virgen, Efrén manifiesta con inspiración su maravilla:

«El Señor vino a ella
para hacerse siervo.
El Verbo vino a ella
para callar en su seno.
El rayo vino a ella
para no hacer ruido.
El pastor vino a ella,
y nació el Cordero, que llora dulcemente.
El seno de María
ha trastocado los papeles:
Quien creó todo
se ha apoderado de él, pero en la pobreza.
El Altísimo vino a ella (María),
pero entró humildemente.
El esplendor vino a ella,
pero vestido con ropas humildes.
Quien todo lo da
experimentó el hambre.
Quien da de beber a todos
Sufrió la sed.
Desnudo salió de ella,
quien todo lo reviste (de belleza)» (Himno «De Nativitate» 11, 6-8).

Para expresar el misterio de Cristo, Efrén utiliza una gran variedad de temas, de expresiones, de imágenes. En uno de sus himnos pone en relación a Adán (en el paraíso) con Cristo (en la Eucaristía).

«Fue cerrando
con la espada del querubín,
hasta dejar cerrado
el camino del árbol de la vida.
Pero para los pueblos,
el Señor de este árbol
se ha entregado él mismo como alimento,
como oblación (eucarística).
Los árboles del Edén
fueron dados como alimento
al primer Adán.
Por nosotros el jardinero
del Jardín en persona
se hizo alimento
para nuestras almas.
De hecho, todos nosotros habíamos salido
del Paraíso junto con Adán,
que lo dejó a sus espaldas.
Ahora que ha sido retirada la espada,
abajo (en la cruz) por la lanza
podemos regresar» (Himno 49, 9-11).

Para hablar de la Eucaristía, Efrén utiliza dos imágenes: las brasas o el carbón ardiente, y la perla. El tema de las brasas está tomado del profeta Isaías (Cf. 6, 6). Es la imagen del serafín, que toma las brasas con las tenazas y roza simplemente los labios del profeta para purificarlos; el cristiano, por el contrario, toca y digiere las mismas Brasas, al mismo Cristo:

«En tu pan se esconde el Espíritu,
que no puede digerirse;
en tu vino está el fuego, que no puede beberse.
El Espíritu en tu pan, el fuego en tu vino:
ésta es la maravilla acogida por nuestros labios.
El serafín no podía acercar sus dedos a las brasas,
a las que sólo pudieron acercarse los labios de Isaías;
ni los dedos las tomaron, ni los labios las digirieron;
pero el Señor nos ha concedido a nosotros ambas cosas.
El fuego descendió con ira para destruir a los pecadores,
pero el fuego de la gracia desciende sobre el pan y allí permanece.
En vez del fuego que destruyó al hombre,
hemos comido el fuego en el pan
y hemos sido salvados» (Himno «De Fide», 10, 8-10).

Un ejemplo más de los himnos de san Efrén, donde habla de la perla como símbolo de la riqueza y de la belleza de la fe:

«Coloqué (la perla), hermanos, en la palma de mi mano
para poder examinarla.
La observé por todos los lados:
tenía el mismo aspecto desde todos los lados.
Así es la búsqueda del Hijo, inescrutable,
pues es totalmente luminosa.
En su limpidez, vi al Límpido,
que no se opaca;
en su pureza,
vi al símbolo del cuerpo de nuestro Señor,
que es puro.
En su carácter indivisible, vi la verdad,
que es indivisible» (Himno sobre la Perla 1, 2-3).

La figura de Efrén sigue siendo plenamente actual para la vida de varias Iglesias cristianas. Lo descubrimos en primer lugar como teólogo, que a partir de la Sagrada Escritura reflexiona poéticamente en el misterio de la redención del hombre realizada por Cristo, Verbo de Dios encarando. Hace una reflexión teológica expresada con imágenes y símbolos tomados de la naturaleza, de la vida cotidiana y de la Biblia. Efrén confiere a la poesía y a los himnos para la Liturgia un carácter didáctico y catequético; se trata de himnos teológicos y, al mismo tiempo, adecuados para ser recitados en el canto litúrgico. Efrén se sirve de estos himnos para difundir, con motivo de las fiestas litúrgicas, la doctrina de la Iglesia. Con el pasar del tiempo, se han convertido en un instrumento catequético sumamente eficaz para la comunidad cristiana.

Es importante la reflexión de Efrén sobre el tema de Dios creador: en la creación no hay nada aislado, y el mundo es, junto a la Sagrada Escritura, una Biblia de Dios. Al utilizar de manera equivocada su libertad, el hombre trastoca el orden del cosmos. Para Efrén, dado que no hay Redención sin Jesús, tampoco hay Encarnación sin María. Las dimensiones divinas y humanas del misterio de nuestra redención se encuentran en los escritos de Efrén; de manera poética y con imágenes tomadas fundamentalmente de las Escrituras, anticipa el trasfondo teológico y en cierto sentido el mismo lenguaje de las grandes definiciones cristológicas de los Concilios del siglo V.

Efrén, honrado por la tradición cristiana con el título de «cítara del Espíritu Santo», decidió seguir siendo diácono de su Iglesia durante toda la vida. Fue una decisión decisiva y emblemática: fue diácono, es decir servidor, ya sea en el ministerio litúrgico, ya sea de manera más radical en el amor a Cristo, cantado por él de manera sin par, ya sea por último en la caridad a los hermanos, a quienes introdujo con maestría excepcional en el conocimiento de la Revelación divina.

Fuente: Zenit.org

17 de junio de 2008

LA HISPANIDAD Y LOS HISPANOS EN EL PENSAMIENTO VIGENTE DE RAMIRO DE MAEZTU Y DE JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA

Conferencia pronunciada en Buenos Aires con motivo del Día de la Hispanidad a cargo de Héctor Osvaldo Pérez Vázquez, Representante de Falange Española de las J.O.N.S. en Buenos Aires, en colaboración con la asociación Jóvenes Revisionistas.





















Ramiro de Maeztu y José Antonio Primo de Rivera

Es un largo y enjundioso artículo, motivo por el cual he optado por ponerlo por separado, para no ocupar tanto espacio de la página, que desalienta a mirar artículos anteriores.

Tómese su tiempo y léalo, vale la pena.

Haga click en el Enlace


Tomado De Falange Española

Para quien quiera profundizar en el tema de la Hispanidad, en la columna lateral izquierda, bajo el acápite Lecturas imprescindibles se encuentran los textos del Cardenal Gomá y Tomás, de García Morente y de R. de Maeztu mencionados en este artículo. Si Ud. es un enamorado de la verdad histórica y del Catolicismo encarnado en la misión evangelizadora de España en América (léase Cristiandad), no puede dejar de leerlos. Si no lo es, por desconocimiento o por prejuicio léalos igual, que mal no le harán.

Satanismo y rock and roll

Excelente artículo publicado en Santa Iglesia Militante.

Règimbal distingue cuatro fases históricas en el rock'n'roll. La primera, es su nacimiento (en torno a 1951-1952); Alan Freed inventa el nombre 'rock'n'roll', expresión que 'describe los movimientos del cuerpo humano durante los jugueteos sexuales. Está tomado del argot popular de los ghetos americanos'. La segunda etapa es la evolución hacia el hard y el acid rock, con la integración del rock en el mundo de las drogas; tuvieron mucho que ver en esto los Beatles, los Rollings Stones y el grupo The Who. La tercera etapa es el rock satánico; esta fase es inaugurada por los Beatles en 1968 con la aparición del 'Devil's White Album' conteniendo las dos piezas siguientes: Revolution Number One y Revolution Number Nine. Por primera vez en la industria del disco, se introducirán mensajes subliminales para transmitir 'el evangelio de Satanás'. La fórmula tiene éxito y de allí en adelante la música rock tomará el vasto camino de la perversión diabólica; hay que mencionar en este campo a los Rolling Stones, The Who, Black Sabbath, Led Zeppelin y Styx. La cuarta fase, en los años 80, es el punk rock, cuyo fin y filosofía son llevar a los oyentes directamente al suicidio, a la violencia colectiva y a los crímenes sistemáticos. Entre los grupos más notorios, mencionamos a Kiss, Ted Nugent y los mutantes, Aphrodíte's Child (album 666), Rob Zombie, cuyo Maestro fue Alice Cooper, y sobre todo Marylin Manson.

Para leerlo entero haga Click en el este enlace

Otro artículo más largo sobre Rock: Revolución y Satanismo

“El rock es la expresión básica de las pasiones que, en grandes plateas puede asumir características de culto o adoración contrarias al cristianismo.”
(Cardenal Joseph Ratzinger, Papa Benedicto XVI)
Es común encontrar padres que no hacen caso cuando sus hijos escuchan rock por todo el día a alto volumen porque piensan que no hay nada errado en eso.
Ellos mismos, cuando jóvenes, se acostumbraran (o viciaran) a escuchar músicas románticas o canciones sensuales de jazz.
Las tocaban cuando sus hijos eran niños.
Ahora, los jóvenes crecieron y inconscientemente sufren las consecuencias de los principios morales y educativos que recibieron: solo escuchan rock.
Del romantismo sentimental al rock frenético, pasando por la etapa intermedia del jazz sensual hay una lógica coherente que el alma recorre, aunque inconscientemente.
El propio rock muestra, aunque con más velocidad, estas mismas etapas en su camino.
Empezó con músicas y letras sentimentales y pronto llegó al frenesí y al abismo del mal.
No es por casualidad que la canción que se considera como el “himno del rock”- Starway to Heaven- pasa también por esas etapas: sentimental, sensual, frenética. (Hubieron otras razones para que esa canción fuera llamada de “himno” del rock. Las veremos más adelante)...

Para leer el artículo entero haga click en el enlace




Admirable poder de síntesis (4)











Tomado de Cartelazo

El campo de Batalla



Por el Dr. Antonio Caponetto



Ante los gravísimos hechos que se están desencadenando, y que han destruido toda concordia social, tornando imposible la más elemental vigencia del bien común; y ante la penosa confusión generalizada, signo trágico de la hora que nos toca protagonizar, parece pertinente emitir un par de aclaraciones elementales:

1) El gobierno del aparato kirchnerista es el primer responsable de conducir el país al caos, por su insensata política de expoliación y latrocinio contra los genuinos intereses del campo argentino. En vano se invoca la custodia de los pobres, la inclusión social o la redistribución de las riquezas. Las mentadas retenciones no integran el circuito del bienestar de los pueblos, sino el Programa de Agronomía Mundial de la Fundación Rockefeller, al servicio del Nuevo Orden Mundial.

Este Programa —que dócilmente acata el kirchnerismo, inserto como está en la estructura del Imperialismo Internacional del Dinero— exige la extinción de las autarquías comarcales sostenidas en una economía agraria; como exige la quiebra de los pequeños y medianos productores, para que, asfixiados por los altísimos tributos fiscales, acaben sometidos a los grandes trusts agrícolas. Fundaciones como la Brookings Institution se ocupan expresamente en los Estados Unidos de monitorear esta estrategia, explícitamente contraria a la independencia agropecuaria de los países dominados. Por eso, las exacciones arrancadas violentamente a los productores no se ordenan al bienestar de las provincias sino, por un lado, al mantenimiento de la nutrida banda de parásitos obsecuentes que le garantizan la permanencia en el poder; y por otro, a los grandes lobbies internacionales de los que la yunta presidencial es su sirviente nativa.

No es casual que Cristina haya tomado prolijo y servil contacto con esos lobbies antes de presentarse a elecciones, y como garantía externa del éxito en las mismas. No son casuales las cercanas presencias y tutelas de Eduardo Elzstain, Julio Werthein o Marcelo Mindlin. Lo que motivó que, ya en marzo del 2007, la denunciáramos públicamente como Elizabeth Wilhelm, la idische mame del Régimen.

Que alguien les avise a los estultos sicarios del Gobierno —quienes declaman batirse contra oligarcas y agentes del Imperio— que están enrolados exactamente en el bando contrario al que creen pertenecer. Que alguien les avise a los usufuctuarios de la Financiera Madres de Plaza de Mayo S.A —dedicada al negocio vil de la sangre desaparecida y la memoria oficialmente fraguada— que una vez más, están en el costado sucio y ruin de la batalla. Que alguien, al fin, traslade a los mercenarios delíacos y pérsicos, a los primates moyánicos y al ganado bonafinense, hasta el corazón de los pueblos sublevados, hasta las acampadas ruteras y las misas de campaña, hasta el olor a pasto, ubre o mate amargo. Para que tomen abrupta y vergonzosa conciencia de que no hallarán allí a la oligarquía usurera, sino en el palco oficial del que rentadamente participan y medran. Acaso la náusea sea el adjetivo más suave para principiar la calificación de tanta bastardía.

2) Si por la lógica liberal y plutocrática que lo informa, propicia el Gobierno la desarticulación del campo, por el resentimiento marxista que moviliza y agita a sus personeros, está visceralmente en contra del contenido espiritual y religioso de la civilización rural. Ese mundo de significados tradicionales, de ritos aldeanos y ciclos litúrgicos; ese modo de medir las distancias por los vergeles, y el tiempo por las puestas de sol; ese cristianismo empírico y rubicundo de fervores marianos e impetraciones celestes; ese horizonte campesino bordado de cruces y de pendones patrios, le resulta incurablemente hostil a la cosmovisión materialista y dialéctica de los gobernantes. En todos los tiempos, el Magisterio de la Iglesia supo iluminar esta cuestión con abundancia de documentos alusivos.

Como en la Rusia aniquilada por el bolchevismo, el enemigo es el kulak, el señor de la tierra, el campesino libre con su familia y su aldea. Contra tan vivificadora presencia se alzó la máquina destructora de Lenin y de Stalin, cuyo último objetivo —como lo señalara Solzhenitsyn— era “destruir una forma de vida nacional y extirpar la religión de los campos”. Allí están los versos desgarradores de Sergio Esénin, para testimoniar que el daño inmenso causado al ruralismo por la revolución comunista, fue desterrar a ese Cristo campesino, ante cuya majestad se inclinaban los abetos, los pinos y los sauces para entonarle el ¡Hosanna!, ese Cristo divino labriego, frente al cual, hasta la niebla del pantano se hacía incienso en tributo de alabanza.

Por eso —y lo hemos escuchado y visto personalmente, amén de los registros televisivos— en las concentraciones rurales tan intensas y viriles de estos días, no han faltado espontáneas pero fundadas voces y pancartas que desenmascaran el carácter montonero del gobierno que los castiga y persigue. Es el modo local inequívoco de protestar el marxismo dominante. Es el guiño y la seña, suficiente entre nosotros, para avisar y advertir que son los rojos los responsables de esta embestida antinacional. Es la señal de que nadie se engaña sobre la trágica existencia de una tiranía, ejercida por antiguos terroristas devenidos en sátrapas.

Como todos los marxistas, los que conforman el kirchnerato no se inclinan ante los pobres que mentan para resolverles realmente su angustiosa situación. No se interesan por ellos caritativamente sino, como lo prescribía ladinamente Henri Lefebvre, en tanto les sirven de fuerza propagandística, de rehenes manipulables, de ocasión y excusa para ejercitar la demagogia populista, y el utopismo insensato de prometer que se acabará con la pobreza como quien promete que llegará inexorablemente el verano tras los rigurosos fríos. Los pobres de la retórica presidencial no son los del Evangelio, cuyas llagas pudieron cubrir los monarcas santos. No son siquiera los desharrapados a los que llega el asistencialismo filantrópico. Los pobres de las soflamas cristínicas —mientras exhibe impúdicamente sus derroches de cosméticos, ropajes y frivolidades exasperantes— son los mismos de los que hablaba hipócritamente Liu Chao Tchi en 1950: una clase a la que no hay que aliviar su miseria sino utilizar como pretexto político y fuerza de choque.

Entiéndase claramente. Ésta no es la gestión de Robin Hood —sacando retenciones a los poderosos para dar cobija a los débiles— sino la de profesionales de la usura, de la mafia, del delito y del homicidio, al servicio de la plutocracia internacional. No es la gestión del Caballero de Sherwood sino la de la damisela de los tugurios sionistas y los arrabales montoneros. Con ella como símbolo de la tragedia que padecemos, se constata una vez más lo que dijera el inolvidable Alberto Falcionelli: el capitalismo y el marxismo son ruptura en la historia. Ruptura de la Tradición, de la Fe, de la Nacionalidad y de la Decencia.

3) No es veraz ni es justo el criterio oficialista de poner en práctica una supuesta redistribución social a partir de las retenciones capturadas al campo, legitimando así el incremento desmedido de las mismas. No porque no deba regir el principio de subsidiariedad y el más elemental sentido de la amistad social. No tampoco porque no sea el primer deber de los ricos el ayudar a los más necesitados. Sino porque se trata sencillamente de un robo estatal, bajo el juramento —siempre lejano, siempre incumplido— de destinar el monto de lo robado a presuntas obras de bien público. Una cosa es la hipoteca o función social de toda propiedad, a la que solía referirse Juan Pablo II, y otra cosa es el bandolerismo del Estado cercenando las genuinas posesiones privadas. No pierde el ladrón su condición de tal, si le promete a la víctima del despojo que construirá un hospital en su barrio con el fruto del saqueo al que lo ha sometido violentamente. No abandona el pirata su indignidad si anticipa que el botín sangrientamente tomado se aplicará a una escuela edificada en el sitio donde se consumó la tropelía. Además, y aún aceptando esta modalidad de desvestir a los que tienen para vestir a los desnudos, los sectores de mayor rentabilidad y menos riesgos hoy, en la Argentina, no son los productores agropecuarios sino los de la recua de coimeros, timberos, financistas y profesionales de la usura, que conforman el cuadro partidocrático, ideológico y paramilitar de la tiranía kirchnerista.

Tampoco existe una soberanía alimenticia que el Gobierno haya decidido custodiar, ni una comida convertida en el supremo e intangible bien ante el que debería cesar toda joda, según el lenguage procaz y raído de uno de los golfos menores de la política estatal. Nada prueba mejor el materialismo en el que están sumidos estos autócratas que esta perspectiva naturalista e inmanentista, según la cual se pueden derramar sobre el lodo todos los bienes sacros y honestos, el Orden Natural y el Orden Sobrenatural entero, pero quien se meta con los lácteos y las reses, sea anatema. Bien está que los hombres de una tierra cuiden el pan, lo compartan y lo bendigan, por aquello que decía Saint-Exupéry: “haz que los hombres compartan el pan y los harás compañeros”. Pero la soberanía consiste precisamente en que esos hombres prefieran señorialmente la Verdad y la Justicia, antes que “la opulencia de sedentarios saciados como el ganado en el establo”. La soberanía de una patria no se mide por el aumento del consumo, ni por el incremento del parque automotor, ni por la cantidad de restaurantes o de plasmas visitados o comprados en el centro de Buenos Aires. Tampoco se dan por superadas las crisis y por alcanzadas las grandezas nacionales, fraguando índices de progresos económicos en los laboratorios estadísticos del Régimen.

Lo que está en juego —sépanlo de una vez, actores y espectadores de esta justísima reacción del campo argentino, sépanlo vigorosos chacareros o responsables de las entidades agrarias, sépanlo quienes embanderan los tractores o los que recopilan firmas en las ciudades, sépanlo al fin los pastores cobardes o los pocos curas decididos que se hacen presentes por su cuenta en las resistencias provincianas—; lo que está en juego no es un dígito móvil, ni un producto o insumo, ni un ingreso fiscal, una ruta cortada o un artículo de la Constitución. Mucho menos la defensa de la perversión democrática. Es la existencia misma de la Argentina. Para que ella recupere su existencia es necesario combatir a la maldita, enloquecida y furiosa tiranía que la tiene atenazada y cautiva. Tiranía de incendiarios y mentirosos, de hipócritas e ignorantes, de facinerosos y malvivientes, de segadores y atropelladores de las libertades concretas. Tiranía del número y del garrote vil, de los criminales de guerra otrora —guerra subversiva y revolucionaria— devenidos ahora en funcionarios. Tiranía de amorales, ateos y apátridas, unidos todos bajo el común y repugnante sello del resentimiento. El resentimiento: esa “ira ulcerada”, como la definiera Castellani, “mezclada de envidia, de soberbia y encima a veces de pereza. Veneno que es como una herida enconada y después gangrenosa”. No es antojadizo saber, agrega Castellani, que Cristo fue crucificado bajo el mandato de Tiberio, “el resentido del año 33”.

El campo libra su batalla, y es legítima y justa, ejemplar y honorable. Pero hay un campo de batalla, en el que se dirime un dilema más hondo y más trascendente. En ese campo debemos encolumnarnos los argentinos bien nacidos, los habitantes de la ciudad y campaña, como dijera Rosas. En ese campo de batalla queremos permanecer y persistir, sin que nos amedrenten las bravuconadas disfónicas de los palurdos regiminosos. Por Dios y por la Patria. Hasta que la tierra yerma reconozca como propia el florecer del lirio y de la espiga, el galope sonoro y el espejo angelado de la perenne Cruz del Sur.

Tomado del blog de Cabildo

17 de Junio, San Gregorio Barbarigo, Obispo y Confesor






Gregorio nació en Venecia el 16 de septiembre de 1625 de noble familia originaria de Istria. Su padre, Gianfrancesco, fue para él un auténtico maestro de vida y de ciencia y hasta de espiritualidad, y de él aprendió la costumbre de rezar todos los días el oficio de la Virgen.

Después de haberse graduado en Padua el 25 de septiembre de 1655, fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre siguiente, y a los dos meses se trasladó a Roma por invitación de Alejandro VII, que lo había conocido en Münster, a donde Barbarigo había ido como secretario del embajador de Venecia para el congreso de paz de Westfalia. Quería una comida sobria, pero muchos libros para alimentarse intelectualmente. En Roma lo sorprendió la epidemia de la peste: "Al principio sentía tanto miedo que me parecía morir"; pero aceptó el puesto de organizador de sanidad pública, y se demostró activísimo y valiente.

Cuando lo nombraron obispo de Bérgamo, hizo su entrada en privado el 27 de marzo de 1658. Puso su esmero sobre todo en las escuelas cristianas y en la formación de los candidatos al sacerdocio. En 1660 fue nombrado cardenal, y a los cuatro años elegido para la importante sede episcopal de Padua. Concluía un programa pastoral así: "El ver ciertas ocasiones de escándalos, de pecados, sin saber qué camino coger: estos, hermanos, son mis angustias, mis males, estas mis lágrimas".

En las frecuentes visitas pastorales a las 320 parroquias, el infatigable obispo se mezclaba con los bulliciosos niños para explicarles el catecismo. Su preocupación principal fue la formación de los seminaristas. Vendió todos los objetos de plata del palacio y compró un viejo monasterio que transformó en seminario; después no ahorró gastos con tal de llevar profesores de Milán y hasta del extranjero.

Todos los días iba a estar con los alumnos, porque, como le escribió al gran duque Cósimo III, "el seminario es un poco de descanso, o por decir mejor el único descanso que encuentro entre las espinas del gobierno episcopal". En los dos últimos conclaves en los que participó casi resulta elegido Papa. A fines de mayo de 1697 salió para su última visita pastoral. Murió el 18 de junio de ese mismo año, con merecida fama de Santo.

16 de junio de 2008

Lo esencial es invisible a los ojos

por Dr. Aníbal D´Angelo Rodríguez


Antoine de Saint Exupery escribió, en El Principito, la frase que sirve de título a estas líneas. El significado es obvio: las cosas en verdad importantes en la vida humana no son los oropeles del mundo, los que se ven, se palpan y se disfrutan.

Pero, curiosamente, esa frase tan acertada vino a mi memoria hace pocos días, a propósito de algo que a primera vista poco tiene que ver con Saint Exupery: la llegada a nuestra Capital de la antorcha olímpica camino a Beijing y los juegos que se celebrarán allí en poco tiempo más. Los diarios informaban de algo curioso: a su paso por la Ciudad de la Santísima Trinidad y puerto de Santa María de los Buenos Aires, y a diferencia de la mayoría de las ciudades europeas y americanas, el desfile de la antorcha olímpica no sufrió el más mínimo menoscabo, protesta o repudio. Cosa nada fácil de entender. Si hay un país en el que proliferan los organismos defensores de los «derechos humanos» es esta pobre Ínsula. Y si hay un país que viola setenta veces siete cada día esos derechos es la China actual. ¿Cómo entender esta circunstancia? ¿Cómo hicieron estos ofensores para no tropezar con aquellos defensores? ¿Los pescaron descuidados o mirando para otro lado?

Quizás convenga buscar la explicación en una historia reciente pero hasta ahora muy mal contada: la del siglo XX. Imaginemos un selenita que cayera en la tierra y se atiborrara de los muchos libros en que se relatan los sucedidos de la recién fenecida centuria. Y que se tropezara con los numerosos testimonios de los crímenes del comunismo. El más completo de los cuales es El libro negro del comunismo por Stephen Courtois y otros. En él, como es sabido, se cifra en cien millones la cantidad de personas asesinadas, durante el siglo XX, por los diversos regímenes comunistas. ¿Qué diría el selenita? Primero preguntaría si el dato es verdadero y se le contestaría que varios comentaristas han observado que el cálculo es demasiado conservador pero que la cantidad de cien millones puede considerarse un mínimo indudable. A continuación el selenita sorprendido preguntaría si no era ese un dato esencial para entender la Historia del siglo en que se produjo tal matanza y se asombraría de ver el dato sencillamente ignorado en numerosos libros. Cómo –diría–, ¿qué historiador del siglo XIV podría omitir la Peste Negra que se llevó veinticinco millones de europeos?

¿Y qué historiador del siglo XVI podría olvidar los cerca de setenta millones de indígenas americanos que murieron víctimas de la viruela y otras enfermedades?

Es evidente que aquí hay algo raro. Si se analizan los regímenes comunistas en que se produjeron los crímenes, se verá también que no se trata de «accidentes históricos» no deseados, como las muertes del siglo XIV y del XVI, ambas producto de la irrupción de microbios contra los que las poblaciones locales no tenían anticuerpos. Por el contrario, aquellos regímenes no sólo practicaron el terror sino que hicieron del Terrorismo de Estado la clave de su supervivencia. Intentaban implantar un sistema contrario a la naturaleza humana y rechazado por el grueso de la población. Las minorías apoderadas del aparato estatal no podían mantenerse en su posición más que creando un clima de terror que paralizara a sus enemigos. Por eso ni cabe la discusión, a estas alturas, sobre si fue Lenin o fue Stalin el que comenzó la persecución a los burgueses, kulaks (campesinos ricos) y demás «elementos contrarrevolucionarios». La toma del Palacio de Invierno se hizo el 7 de Noviembre de 1917. La creación de la Cheka (primera forma del organismo represor que terminó llamándose KGB) fue el 7 de Diciembre de ese mismo año, exactamente un mes después. El comunismo, quedaba probado, no se sirve del terror, el comunismo es y siempre será el terror en acción.

Ahora bien, así como el mago David Copperfield hizo desaparecer, ante un auditorio atónito, la Torre Eifel, los periodistas e intelectuales han escamoteado con un solo pase mágico este monumental hecho del siglo XX. Lo esencial se ha desvanecido delante de nuestros ojos: el terrorismo de izquierda no existe y naturalmente todos los juicios que se hacen respecto del comunismo en sus diversas formas quedan falseados ante esta colosal omisión.

Y la izquierda argentina ha logrado, además de coadyuvar en el objetivo general, que hasta la Corte Suprema, en un arranque de Suprema Irrisión, le de la razón. Los crímenes de los militares son imprescriptibles, inolvidables, imperdonables, los de los terroristas no. Asombroso pase de magia por el que unas vidas humanas son invalorables pero el Estado las pagará a precio de oro y otras en cambio sólo merecen el olvido.

Supongo, lector amigo, que has visto la relación entre Saint Exupery, la antorcha china y el terror comunista. Y has asistido a esta fascinante paradoja: lo esencial puede ser invisible a los ojos por su propia naturaleza o porque una clase dirigente intelectual lo hace desaparecer del horizonte dejando en su lugar una montaña de mentiras y engaños, una colina de sofismas.

Hegel o la tiranía de la democracia moderna

Breve disertación sobre Hegel y su influencia en la dictadura del pensamiento políticamente correcto de la democracia liberal.

por
Pedro Jiménez de León


Para Hegel el Estado sólo existe cuando los ciudadanos pueden encontrar satisfacción a sus intereses razonables y, a la vez, reconocen al Estado al reconocer su voluntad particular manifestada en la voluntad general a través de las leyes. Es decir, el Estado existe cuando es capaz de conciliar lo particular –los intereses particulares- con lo universal –la voluntad general-. Cuando esta conciliación se realiza, es entonces cuando el individuo es libre.

Sin embargo, la realización de estos postulados en el Estado moderno, en la actual democracia moderna, ha llevado a la tiranía del pensamiento políticamente correcto o la llamada tiranía de la mayoría. La libertad de pensamiento y de realización de la persona, ha sido cercenada.

Para Hegel, si un grupo no se ve representado por la voluntad general, generaría una facción dentro del Estado, opuesto al mismo. Para evitar esta posibilidad el Estado moderno ha destruido aquello que dice defender. Y lo ha hecho a través de un sistema de medios de comunicación, que al más puro estilo orwelliano, nos dice que debemos pensar –lo políticamente correcto- asegurando así un pueblo sumiso que vive en la ilusión de ser libre. A esta sumisión e ilusión se ha llegado haciendo uso de varios mitos.

La ingeniería social

Antes de hablar de los mitos voy a definir el término ingeniería social, que es fundamental para poder explicar con claridad lo que quiero decir. Por ingeniería social entiendo el conjunto de medios que el sistema utiliza para imbuirnos ciertas ideas, formas de pensar, esquemas mentales, etc. Esta ingeniería está en la televisión, la radio, los periódicos, internet, etc. Tras la repetición de ciertos hechos o ciertas ideas, de manera directa o indirecta, se lleva a que las personas asuman como propios ciertos postulados, que se incorporan a la conciencia colectiva, manifestada en lo políticamente correcto y a la cual no se puede contradecir sin sufrir una anatema social.

El mito del hedonismo y el vitalismo

Los medios de comunicación nos invaden con mensajes e imágenes que, de manera más o menos sutil, nos invitan a poner como fin de nuestra vida el placer (hedonismo) e igualmente se nos invita a dejarnos llevar “por lo que pide el cuerpo” (vitalismo). Su manifestación diaria está en: la mentalidad de la fiesta, del querer las cosas hechas, del no-esfuerzo, la sexualidad desordenada, la pornografía, el gusto por lo morboso y bajo, el poco interés por los temas culturales o humanísticos de verdad, la televisión basura, etc. Esto no deja de ser la más abyecta tiranía de las pasiones sobre la libre voluntad, lo cual persigue dos fines.

  1. Se consigue que las personas sientan que sus intereses particulares son satisfechos, porque se les da la capacidad de satisfacer sus pasiones más inmediatas, que previamente se han inducido mediante la ingeniería social como el fin supremo de la existencia, lo cual da un falso sentimiento de libertad.
  2. Se reduce el espectro existencial e intelectual de las personas. Poniéndoles como meta de su vida la satisfacción furibunda de sus pasiones, el irse de fiesta, la juerga, el pasar de todo y el “ser libre”, hacen que los individuos eludan cualquier búsqueda superior y más profunda. Se cercena de raíz la pregunta sobre la verdad, las dudas existenciales, la vida verdaderamente intelectual, la introspección personal, etc. Se llega, incluso, a reducir la riqueza de vocabulario. A esto hay que sumarle la inconsciente confusión mental de las personas, que viven con un montón de nociones difusas de diferentes ideologías, muchas veces incompatibles entre sí. Por tanto, las personas son bastante más fácilmente manipulables, lo cual nos lleva al segundo mito.

El mito del progreso

  1. Junto al aumento de la manipulabilidad de la gente por la reducción de su espectro intelectual y existencial se les imbuye, mediante la ingeniería social, la idea del progreso. La idea es que la humanidad avanza hacia un mundo mejor gracias a la razón. Así, la humanidad conseguirá –y consigue- un progreso indivisible: progreso material, progreso intelectual, progreso moral, progreso de bienestar. Y todo este progreso es, por supuesto, bueno y deseable. Es el discurso de hoy día de la ampliación de derechos y libertades.
  2. Como cualquier novedad es fruto del progreso, ésta se hace necesariamente buena, creándose, por tanto, un ambiente favorable a cualquier novedad, por aberrante que sea. Esto consigue una serie de cosas: por un lado la gente vive en un estado de expectación hacia la novedad, esperando siempre que desde fuera le digan cual es la novedad de turno, completamente sumisos –aunque inconscientes de ello- a lo que la ingeniería social le diga que es ahora lo nuevo y, por tanto, lo bueno. Por otro lado, se consigue que la persona evite enfrentarse con su soledad, con su interior, pues vive siempre expectante de lo de fuera. Por otro lado, además de decirle a la gente que es lo nuevo y bueno, también se señala que es lo antiguo, lo viejo, lo ya pasado, lo que ya no merece la pena, lo que está anquilosado en el pasado. Normalmente coincide con la Iglesia Católica y cualquier visión sana de la realidad. Y, finalmente, prepara el terreno para la farsa de la política.
  3. Como la mayoría de la gente no tiene la capacidad de hacer un análisis critico de las novedades que le imbuye la ingeniería social, la mayoría de la gente lo acepta como algo bueno y positivo. Ahora es cuando el tablero está preparado para hacer creer a la gente que su voluntad se identifica con la voluntad general manifestada en las decisiones del gobierno.
  4. Esto se consigue mediante la farsa de la lucha parlamentaria. Los progresistas, que son los políticamente correctos, los bonachones, los que usan de la razón para traer un mundo maravilloso tratan de poner la novedad que ya previamente ha calado en la conciencia social. Luego están los conservadores, que son los que malamente se enfrentan a la conciencia social, son los del orden y el atraso. Son el elemento necesario para el sistema, porque hacen parecer que realmente existe una lucha, cuando en el fondo son lo mismo que los progresistas. Me explico, los progresistas dicen que los cambios se tienen que hacer corriendo, que hay que construir el mundo nuevo y maravilloso ya; los conservadores, en cambio, dicen que los cambios hay que hacerlos poco a poco, en función de las transformaciones sociales. Transformaciones que, en muchos casos, produce de manera artificial la ingeniería social. Los progresistas corren, los conservadores andan. Pero los dos van en la misma dirección.
  5. Entonces es cuando comienza el gran teatro. Los buenos progresistas tienen que luchar contra los malvados conservadores y, por supuesto, finalmente terminan consiguiendo lo que querían. Simple y llanamente porque ya la conciencia social lo acepta y lo ve como algo maravilloso, por lo tanto, lo pueden poner y es realmente imposible que no lo consigan. De esta manera, se refuerza el sentimiento en cada individuo de: a) que ellos han llegado a la conclusión por si mismos de esta novedad, y también por sí mismos de que es buena; b) que ellos han luchado también en la arena política para traer una gran mejora al mundo; c) que han vencido, por lo que se reafirma su sentimiento de que su voluntad coincide con la voluntad general, manifestada en las leyes del gobierno. ¡Se ha conciliado la voluntad particular con la universal tal y como quería Hegel! El problema es que todo esto no deja de ser una absoluta farsa. Por otro lado, los conservadores sienten que han perdido pero que han librado la batalla que debían… Pero ya está, ellos ahora asumen también como suyo el cambio realizado y, a partir de ahora, no se les ocurrirá cuestionarlo, porque ha sido una reforma necesaria por el cambio social, ha sido la voluntad del pueblo, es el progreso, etc.

Así la ingeniería social maneja y cercena la libertad de pensamiento de la población. Todo este proceso consigue varias cosas: a) hace creer a la gente que son libres, que han elegido libremente su lucha, sus pensamientos y su posicionamiento respecto a un tema, y que además el Estado es bueno porque ha cumplido con sus expectativas; b) de que el mundo (o el país) progresa y eso es bueno; c) de que su modo de vida se concilia perfectamente con las reivindicaciones que han abanderado, por lo que se reafirma en su estilo de vida vitalista y hedonista. Es un círculo vicioso del que la salida es difícil. Queda así claro que la democracia liberal es la gran dictadura del pensamiento políticamente correcto.

La finalidad

¿Cuál es la finalidad de esta dictadura del pensamiento? La respuesta está en el otro gran aspecto del liberalismo: la economía. Con este sistema se consigue una gran cantidad de gente que vive presa de la novedad y de los impulsos que le transmiten desde la ingeniería social. Es la manera perfecta de conseguir una masa aborregada que no se cuestiona nada y está ansiosa de novedades. Así, siempre está dispuesta a consumir las nuevas modas, tecnologías, tendencias, etc. Todo el sistema está hecho para favorecer el consumismo: la homogeneización social a escala mundial, la generación de necesidades artificiales, la publicidad, etc. Estamos inmersos en una sociedad sustancialmente económica donde se enriquecen unos pocos que a su vez son los que sostienen el sistema. La finalidad del sistema es, en última instancia, el beneficio económico desmesurado de unos cuantos, a costa de nuestra libertad. Pero tampoco debería extrañarnos, al fin y al cabo, los fundamentos políticos que han dado lugar a nuestra democracia liberal se encuentran en la filosofía burguesa que aspiraba a esto: el enriquecimiento económico.

Objeciones

Se podría responder que el Estado no nos quiere poco formados sino que nos invita a la lectura y nos pone escuelas. Veámoslo con detalle.

  1. El sistema fomenta la lectura de los libros que le interesan, es decir, los políticamente correctos. Cada cierto tiempo sale algún libro de moda que se lee todo el mundo, mas la lectura más profunda, de cualquier tipo que sea, no es promocionada. Así que, nuevamente, el sistema nos dice que tenemos que leer, aunque por supuesto, siempre nos permitirá leer cosas políticamente incorrectas. Pero al precio de ser alguien políticamente incorrecto.
  2. Las escuelas públicas enseñan lo que el Estado quiere. Es dejar en manos del Estado la educación de nuestros hijos. Cuando hacemos eso pasan cosas como que el Estado nos los quiera adoctrinar ideológicamente como está intentando hacer Zapatero con Educación para la Ciudadanía. Por otro lado, desde los dos partidos del teatro político español se ha resaltado la importancia de la enseñanza de cuestiones técnicas y del inglés. El conocimiento técnico, por muy importante que pueda ser para la actual coyuntura histórica no forma el espíritu humano, eso sólo lo hacen las humanidades. Son las humanidades las que nos pueden enseñar de dónde venimos, qué somos y a dónde podemos ir. Una carrera técnica jamás enseñará eso. Pero las humanidades son cada vez más relegadas a un segundo plano, tienen menos salidas laborales, etc.
  3. El sistema nos quiere bien formados, pero no de una buena filosofía, de un buen humanismo o algo por el estilo. El sistema quiere buenos técnicos para que sean buenos elementos de producción y así beneficiar a la economía.

Se podría argumentar que el sistema no quiere sólo que vivamos para nosotros mismos o únicamente de una forma vitalista o hedonista. Nos invita a ser solidarios, constantemente. Esto es obvio, el sistema sabe que las personas necesitamos salir de nosotros y sentir que hacemos algo por los demás, es lo mínimo de la naturaleza humana. Pero el modo que nos ofrece el sistema es una salida fácil. No nos pide que cambiemos el mundo –eso es imposible, dice-, simplemente que hagamos algo sencillo: apadrinar un niño, dar dinero a una ong o hasta participar en algún grupo solidario. Sin embargo:

  1. Todas las actividades en las que nos incorporemos serán políticamente correctas o estaremos mal vistos socialmente.
  2. No implican un cambio en nuestro ser. Podemos seguir siendo igual de hedonistas, consumistas y vitalistas que siempre y ser a la vez solidarios, por lo que seguimos en la dinámica del sistema.
  3. Todas las cosas que el sistema nos invita a hacer no cuestiona la raíz del mismo o, peor aun, la refuerza. No se nos invita a pensar en las causas profundas que dan movimiento al sistema y que son las que causan muchas de las injusticias actuales. Simplemente se nos hace sentir bien porque hemos hecho lo que podíamos. Pero el problema es de raíz, y a la raíz no se permite acudir.

Ahora, no digo que participar en algunas de estas actividades no pueda ser bueno, simplemente que no son contradictorias con el sistema. Mas bien al contrario, lo refuerzan porque no cuestionan su raíz y nos hacen sentir satisfechos –aunque no hayamos conseguido realmente cambiar las estructuras que hacen posible tantos males-.

Se me podrá decir que el sistema me deja expresarme contra él y no pasa nada. Bueno, soy políticamente incorrecto y, por tanto, mal visto. En segundo lugar este texto nunca pasará de ciertos círculos. Jamás aparecerá en primera plana de un periódico o se debatirá del mismo en la televisión de manera justa. Y si algo de eso pasase no sería gracias al sistema, sino a pesar suyo.

El papel de la Iglesia Católica y su neutralización

Sin embargo el sistema no puede alterar la naturaleza profunda del ser humano. Este tiene anhelo de eternidad, de infinito, de verdad, de bien, de belleza y de justicia. Es a lo que aspira el ser humano, es el suspiro eterno que saldrá de su alma hasta que encuentre la Verdad. Es la religión quien da respuesta a estos anhelos humanos; el vitalismo, el hedonismo, el consumismo, etc. son un mal sustituto de la fe, que rápidamente nos cansan y hastían. Pero la religión nos coloca en unos valores y en una forma sana de entender el mundo completamente opuesta al actual sistema. La búsqueda continua y sincera de la Verdad nos deposita en la Iglesia de Cristo, en la Iglesia Católica. Pero la fe que guarda la Iglesia tiene un conjunto de valores, una cosmovisión que es incompatible con el actual sistema. Y lo es, aunque mostrar esto requerirá de otro artículo. El sistema es consciente de ello y quiere relegar a Jesucristo al ámbito de lo privado. Manifestarse hoy día como católico es algo políticamente incorrecto. Y es que, la verdadera enemiga del sistema es la Iglesia Católica. Si la Iglesia, tomando la expresión de Chesterton, hiciese uso de su dinamita, no sólo volaría un sistema injusto por naturaleza sino que podría dar el sustrato sano y firme para una buena sociedad.

La facción dentro del Estado y opuesto al mismo

Hegel afirma que cuando dentro del Estado hay un grupo que no se siente identificado con la voluntad general, crea una facción dentro del Estado opuesto al mismo. Si esto es cierto, evidentemente hoy la gran mayoría, por activa o por pasiva, se siente identificada con la voluntad general, puesto que no cuestionan el Estado, o mejor dicho, no cuestionan el mismo sistema. Hay pequeños grupos que sí cuestionan al mismo sistema, aunque no todos se puedan decir que sean muy inteligentes. Es más, muchos de estos grupos antisistema son instrumentos del sistema. Estos individuos sucios, con pintas raras, que acuden a la violencia y se dicen así mismos antisistema, no dejan de ser un instrumento del sistema para poder decir: ¿Qué prefieres, lo que hay o eso? Y la respuesta es obvia, nadie va a quedarse con “eso”.

Por tanto, hay que realmente hacer una facción a esta tiranía, una oposición intelectual fundamentada en la fe, la tradición y la recta razón, con una visión cristiana de la sociedad, de la política y de la economía. Quizás en la actualidad el único sitio donde se me ocurre que podemos ver algo así es en el Carlismo y el distributismo.

Pedro Jiménez de León

Tomado de Hispánitas.


15 de junio de 2008

Barco a la deriva

A esta altura de los acontecimientos -nacionales, regionales y mundiales-, nadie debiera dudar que los países realmente exitosos son aquellos que respetan y garantizan el pleno ejercicio del derecho de propiedad. Este derecho se origina en la libertad del hombre y reposa en ella. Por tanto, conculcarlo implica la negación de la libertad y ello supone opresión para los individuos dado que todos los demás derechos individuales quedarían sometidos al arbitrio despótico del Estado. En suma, suprimir la libre iniciativa particular genera la tiranía política.
No en vano, además, Marx y Engels, en el "Manifiesto Comunista", afirman que puede resumirse su doctrina con la siguiente proposición: abolición de la propiedad privada.
Es más que suficiente la experiencia histórica acumulada para asegurar, sin el menor margen de duda, que la estatización de la economía, cualquiera sea el disfraz ocasional que utilice, conduce inevitablemente al fracaso más estrepitoso.
En esa misma dirección, la excesiva intervención del estado, junto a la praxis revolucionaria de la estructura sindical marxileninista, asfixian la economía e impiden superar las barreras del subdesarrollo.
El Estado debe cumplir subsidiariamente sólo aquellas funciones que excedan las fuerzas de las personas particulares y de las asociaciones privadas. Exorbitar las funciones del Estado, coartando la actividad particular, supone la violación de derechos y ello lesiona la justicia y atenta contra el bien común. El creciente intervencionismo, al desconocer libertades y derechos, termina esclavizando a los pueblos.
Están circulando por la red de redes, didácticos mensajes -uno de ellos editado por "D R B"- que ponen sobre el tapete los efectos psicopolíticos del populismo demagógico. Resumo, adapto y comento.
El gallo madrugador y los impuestos:
Un gallo madrugador decidió separar de su ración diaria algunos granos de trigo con la finalidad de plantarlos en vez de comérselos. Para la tarea de cultivar, convocó a los otros animales que estaban paseando en su entorno mientras buscaban alimento por el piso.
- Vamos a plantar estos granos y así tendremos pan. ¿Quieren colaborar?.
- ¡Noooooo! -respondieron a coro los animales que poblaban la granja-.
El gallo previsor no se desanimó e igualmente sembró. Trabajó solito y el trigo no demoró en crecer.
- Vamos a cosechar el trigo, propuso el gallo al resto de los animales.
- Yo no -dijo el ganso- ¿para qué voy a trabajar si ya estoy cobrando un subsidio sin tener que hacer nada?.
- Yo tampoco porque el trabajo esclaviza, exclamó el cerdo, mientras persuadía al resto para que se negaran a trabajar.
Ante tales respuestas que se multiplicaban con apenas unos pocos matices distintos, el esforzado gallo decidió trabajar solito en la cosecha sin la colaboración de los otros.
Llegó el momento de amasar y cocinar el pan. El laborioso gallo ofrece a los demás una última posibilidad de trabajar.
- ¿Quién me ayuda a amasar el pan?.
Sin obtener ni una sola respuesta afirmativa, el gallo amasó y cocinó el pan. Una vez que el pan quedó pronto y sabroso, todos los animales se acercaron porque querían comérselo.
El sacrificado gallo pensó y les dijo:
- Miren, ustedes que nunca quisieron trabajar y siempre se negaron a ayudarme, deberían saber que para comerlo no es necesaria la ayuda de los demás...
El cerdo, interrumpió bruscamente: ¡Están siendo violados nuestros derechos!.
La vaca que estaba pastando como distraída, escuchó la queja y mugió: ¡oligarca!.
El ganso se sumó a la protesta y le increpó: -¡Egoísta explotador! ¡Criminal! ¡Genocida!.
El pato gritó enojado: ¡Individualista, capitalista, torturador!.
Los animales se movilizaron con la ayuda de víboras muy venenosas, expertas en agitación social y en el fomento del odio y la lucha de clases. Contando con la colaboración "espontánea" de papagayos rojos incrustados en ONGs y en todos los medios de comunicación, organizaron una concentración seguida de una marcha encabezada por una gran faja y varios carteles con leyendas pintadas en letras gigantes. Muchos carteles, pocos animales pero grandes espacios en los medios... En uno de los grandes carteles podía leerse "injusticia social", en otro "soluciones ya", en otro "ocupar"...
Así preparadas "espontáneamente" las cosas y generado el clima propicio, irrumpe en escena un ave de rapiña junto a un Zorro astuto y resentido que sabe mostrarse sereno y aplomado. Eran los recaudadores de impuestos quienes le cobraron compulsivamente al gallo laborioso una gran parte del pan "para atender las necesidades de los otros" (que se habían negado a trabajar).
Así, todos comieron. El cerdo, el ganso, el pato, las víboras venenosas, el zorro y las aves de rapiña participaron del banquete hasta que el pan se terminó. Nadie más plantó trigo; nunca más volvieron a tener pan en esa granja y todos se siguen arrastrando para encontrar por el piso algo que les permita subsistir.
En general, es común que le denominemos "robo" a toda conducta que suponga quedarse con lo ajeno, apropiarse de lo que legítimamente pertenece a otro. Así, cuando un asaltante nos quita la billetera, decimos que sufrimos un robo y al delincuente lo acusamos por ladrón.
Y ¿cómo debemos llamarle al Gobierno que mete la mano en nuestros bolsillos, en nuestros salarios, en nuestros ingresos, en nuestras ganancias, en los bienes muebles e inmuebles que integran nuestro patrimonio?.
La cacería de cerdos y la demagogia populista:
Hace unos meses, visité una estancia en la que se elaboraban jamones caseros. Al pasar por un chiquero, me llamó la atención el porte de una chancha amamantando a unos cuantos lechones. Para satisfacer mi curiosidad, le pregunté al hijo del patrón sobre esos cerdos.
"Espere que llamo a mi padre, a él le va a gustar contarle la historia de nuestros cerdos", me respondió el joven.
Por la puerta de la cocina emergió un gigante de cabellos blancos que se desplazaba dificultosamente asistido por un bastón. Me invitó a sentarme a la mesa de la galería donde reinaba un enorme botellón de alcohol de nuez.
- "¿Ud. sabe cómo se cazan los chanchos salvajes del monte?", me espetó el paisano sin más trámite, mientras me servía un vasito chato de ese brebaje.
- "Bueno, creo que con perros que 'los paran' y un fusil que los sacrifica", le contesté presintiendo que la historia venía por otro lado y que el viejo sabía mucho más que yo…
"En este caso, no es así", me dijo. "Cuando le explique cómo los cazo, Ud. va a poder sacar algunas conclusiones…".
"Mire, detrás de aquella cortina de árboles, hay un monte sin trabajar. Ahí, suele haber chanchos salvajes. Para cazarlos, hay que comenzar por buscar un manchón sin matorrales y tirar un poco de maíz en el piso. Cuando los chanchos lo descubren, van a comer todos los días y solo hay que reponerles diariamente la ración. Una vez acostumbrados, se construye una cerca en uno de los lados del sitio mientras le sigue poniendo alimento. Por unos días parece que desconfían, pero después terminan por volver. Entonces se hace otra cerca a continuación de la anterior, y les sigue poniendo comida. Y así sucesivamente, hasta que casi cierra los cuatro lados y solo deja una abertura para un portón. Para entonces, se han acostumbrado al maíz fácil, ya no tienen desconfianza ni le temen a los cercos y entran y salen casi con naturalidad. Entonces Ud. va y coloca el portón, lo deja abierto y sigue poniendo maíz, hasta el día que va al corral y encuentra a toda la piara comiendo y le cierra la puerta. Al principio empiezan a correr en círculos como locos, pero ya están atrapados. Pronto se tranquilizan, vuelven al alimento fácil y aceptan la esclavitud".
Algo así va ocurriendo con la población de cada país estatizado como el nuestro. La gente parece no darse cuenta que los gobiernos populistas y demagógicos proceden de la misma manera que esta técnica de cazar chanchos. Se les tira maíz "gratis", disfrazado de programas de ayuda, planes sociales, empleos públicos, cargos políticos, sueldos para ñoquis, subsidios para cualquier cosa, leyes proteccionistas, sobornos electorales; todo a costa de recortar las libertades que les van confiscando poco a poco. Así se logra transformar personas libres en público cautivo al cual se le recluta con una finalidad proselitista.
Es como si la gente no entendiera que no existe la comida gratis. ¿Acaso no se comprende que todo ese reparto de "generosa ayuda gubernamental" se realiza al tiempo que se recortan las libertades, se desconocen los derechos de los particulares y el Estado se apodera de los bienes de la gente que realmente trabaja y produce?.
Si se le permite al Estado seguir interviniendo, no está lejos el día en que el portón se cierre por completo para nuestros países.
El Estado cuenta con peones serviles que empujan el portón para cerrarlo a cal y canto: políticos marxistas y políticos que, sin admitir ser marxistas, actúan dócilmente como si lo fuesen, dirigentes sindicales idólatras del Estado que los mantiene y hasta pseudo empresarios que, en contubernio con sindicalistas y burócratas, claman por tener asegurada su ración de maíz a través del dirigismo y de recetas proteccionistas.
Además de contribuir a impedir que el portón se cierre, debemos procurar, también, tirar abajo los otros cercos que hoy coartan libertades y derechos. Para ello, solo existe un modo viable: resistir, con toda energía, la embestida estatizante y liberticida, desenmascarando y contrarrestando la acción nefasta de sindicalistas, políticos y pseudo empresarios siempre dispuestos a dejarse manipular por el gobernante populista. (En general y en lo inmediato, el populismo "no busca abolir por fuerza el mercado: supedita a sus agentes y los manipula en su favor".
Recapitulando, reafirmo que:
- Solo la iniciativa privada genera riqueza y genuinos puestos de trabajo. Padecemos un estatismo feroz y voraz que termina empobreciendo y esclavizando, desalentando la inversión, reduciendo el número de empresas y, por tanto, disminuyendo las fuentes de empleo.
El Estado y sus peones siempre se muestran generosos en repartir lo ajeno. Al quitarle a los particulares pretenden aparecer como filántropos. Es como hacer caridad con el dinero de otro. Mientras el Estado megalómano finge ser caritativo para captar la simpatía de los más modestos, de los menos informados y de los más resentidos, la población se ve obligada a pagar la demagogia estatal.
Muchos de los nuevos y tan caros como ineptos empleados estatales, militantes de las organizaciones marxistas, se especializaron a lo largo de sus vidas en la agitación y en la propaganda con el fin de reclutar a los más desinformados. Esos activistas que, fieles al dogma comunista, han venido fomentando el odio y la lucha de clases, hoy aparentan ayudar al "proletariado" pero, en realidad, ese "proletariado" solo les interesa como un arma para destruir la que denominan "sociedad burguesa" que es la basada en el derecho de propiedad y la libre iniciativa.
Como si fuera poco, hay, además, funcionarios estatales dedicados a cobrar tributos, que utilizan un discurso agrio, policialesco y agresivo, tipo KGB, contra los particulares y las empresas mientras quieren hacer creer a la población que el Estado es una especie de gordo bueno y generoso que asistirá eficazmente a los más necesitados.
Todo lo que se pierde mediante el pago de tributos, se deja de gastar en alimentos, ropa, calzado, transporte, medicinas y otros bienes y servicios que la población deja de demandar y, por tanto, dejan de producirse. Ese es uno de los factores que hace caer las ventas, contraer la economía y decrecer el empleo. En suma: es causa de pobreza.
Todo tributo excesivo se traduce en precios más caros porque todos los impuestos se trasladan.
Mientras la inflación es un impuesto, masivo y disfrazado, aunque no legalizado, la deuda estatal es un impuesto diferido si la deuda de ayer se paga con el impuesto de hoy. O ambas cosas, diferido y disfrazado a la vez, si la inflación de hoy está pagando deuda de ayer.
Los aranceles proteccionistas que cobra el Estado son impuestos a las importaciones que perjudican a la población consumidora obligándola a pagar sobreprecios.
La realidad es que el Estado gigante de nuestros días se viene transformando en un monstruo que todo lo devora. Se va pareciendo cada día más a un dios omnipotente y omnipresente, un Moloch ante quien se sacrifica bienes, derechos y libertades. Concomitantemente, se viene produciendo una especie de identificación muy peligrosa entre el Estado, el Gobierno y la fuerza política oficialista. Ello apunta a la construcción de un estado totalitario.
En suma, tanto las personas individualmente consideradas como la sociedad en su conjunto, merecen y necesitan libertad para el pleno ejercicio de sus derechos fundamentales. Se trata de derechos que son inherentes a la naturaleza humana, anteriores y superiores al Estado. El primerísimo de los deberes estatales es reconocer, respetar y garantizar esos derechos y libertades. Al fin de cuentas, el Estado fue inventado para actuar al servicio de las personas y no para servirse de ellas.