por Vittorio Messori
Tomado de Conocereis de verdad
© Il Timone/ Trad. Mar Velasco
Los turcos, ya se sabe, no sólo niegan obstinadamente que lo de Armenia haya sido un genocidio, sino que tienen una ley que lleva a los tribunales a quien se atreva a hablar sobre el asunto. O sea, todo lo contrario de lo que sucede en Europa, donde acaba en prisión todo aquel que toque el exterminio de los judíos. David Irving, historiador inglés, ha sido detenido en Viena por haber intentado demostrar que la cifra de seis millones de víctimas es insostenible. Le han caído tres años de prisión. Así pues, es obligatorio, por parte de unos, hablar de genocidio (incomparable, infinitamente peor que cualquier otro); y por parte de otros, está prohibido hablar del asunto. En cualquier caso, la primera víctima de la historia impuesta con tribunales y jueces es la Verdad. El precio de la hipocresía del siglo.
En cuanto a la culpabilidad histórica de otros que no sean nazis o turcos, es sabido que sólo los católicos piden disculpas, hasta cuando no tienen por qué. Si nos fijamos en los otros cristianos, los ortodoxos griegos o los protestantes de cualquier confesión señalan con un dedo acusador a los católicos, pero nunca lo dirigen hacia ellos mismos.
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1 comentarios:
Muy interesante!
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