Releído en Catapulta, de la cual transcribo hasta los comentarios en la Festividad del Santo
Hoy leo en Secretum meum mihi un texto tremendo de San Juan Eudes:
La marca más evidente de la ira de Dios y el más terrible castigo que Él puede infligir al mundo se manifiesta cuando Él permite a su pueblo caer en las manos de clérigos que son sacerdotes más de nombre que de hecho, sacerdotes que practican la crueldad de lobos rapaces, más bien que la caridad y el afecto de los pastores devotos.
Cuando Dios permite tales cosas es una muy positiva prueba de que Él está profundamente enojado con Su pueblo y lo visita con su más terrible ira. Por eso es que Él grita incesantemente a los cristianos “Volved, hijos rebeldes…y os daré pastores según mi corazón” (Jer.,3,14-15)Así, las anomalías en las vidas de los sacerdotes constituyen un azote sobre el pueblo, como consecuencia del pecado.
Sólo volviendo a Cristo se salvará la Argentina. Dejemos de ser rebeldes pues y no dejemos que Su Dulce Voz se pierda en el desierto de nuestras almas.
Como habrá notado el querido lector, hoy no me ocupo de asuntos políticos, que en definitiva son de menor cuantía. Buen fin de semana en familia y con amigos verdaderos. Y el lunes volvamos a seguir combatiendo por la Argentina de siempre, que bien vale la pena.
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