Este blog está optimizado para una resolución de pantalla de 1152 x 864 px.

Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

9 de octubre de 2009

9 de Octubre, Festividad de San Juan Leonardi (o Leonardo), Confesor y Fundador




an Juan Leonardo pertenece, por la cronología y por su obra, al período de la reforma católica. Nadie el año 1541 en Diécimo, pueblo cercano a Lucca, la pequeña república llamada en otro tiempo "religiosísima", y agitada ahora por la crisis protestante.

A la edad de doce años, sus padres, modestos industriales, le enviaron a casa del párroco de Villa Basílica, donde adquirió una cultura elemental e inició su formación religiosa. Rubiera sido tal vez ésta la ocasión para elegir el estado eclesiástico, pero el padre de Leonardo cambió por ahora el rumbo de su vida, mandándole a Lucca a estudiar farmacia. La profesión de "farmacista" o "droguero" en aquellos tiempos bordeaba los límites de la medicina y de la alquimia, de la magia y de la filosofía. En este ambiente moldeó Leonardo su recia personalidad de cristiano seglar militante, cuya característica no fue la de hechos asombrosos, aureolados de milagrosos "golpes de gracia", sino la de una progresiva ascensión hacia el ideal de santidad. Intensifica la frecuencia de sacramentos y la práctica de la mortificación, realiza el apostolado en el ambiente en que vive y se adhiere al grupo de piadosos seglares llamados "colombinos" para asegurar ,su perseverancia, madurando así su capacidad de entrega a una intensa vida sacerdotal que había de ser su decidida vocación.

Efectivamente, después de la muerte de su padre, a pesar de que la madre le instaba para que se instalase en Diécimo como farmacista, inicia sus estudios eclesiásticos. Tiene ahora veintiséis años. Aprobado el latín en las escuelas públicas de Pisa, aprende lógica y teología con el Padre dominico Paolino Bernardini, que por prescripción médica residía en una casa de campo perteneciente a la Orden.
************************************************************************************

Para leer la hagiografía completa haga click sobre este enlace.

0 comentarios: