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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

4 de agosto de 2008

Sobre el honor y sus cualidades


por Pedro Jiménez de León


La primera definición de honor de la RAE (Real Academia Española) es: Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.

Y por segunda definición tiene: Gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones heroicas, la cual trasciende a las familias, personas y acciones mismas de quien se la granjea.

El honor, un código harto olvidado hoy en día, y, sin saber como, repudiado o tomado a la ligera, es tachado porque no es "guay", ni progresista, es tomado, en muchos casos, como algo que debiera ser olvidado, enterrado y sellado para la eternidad.

Sin embargo, la definición explícita de honor nos dice que es algo bastante positivo. Empezando que es una "cualidad moral" (moral, es algo que escasea en la actualidad, la moral, está siendo sustituida por un morbo irracional. Algunas cosas que antes se considerarían inmorales, hoy en día son normales, como si fuesen algo bueno). Esta cualidad moral, obliga al cumplimiento de los deberes, no solo a demandar nuestros derechos, que también tenemos y debemos defender, sino al cumplimiento de los deberes, especialmente los morales.

Esto implica hacer lo correcto, regirse por una actitud correcta, un comportamiento correcto, en general, una vida de rectitud y devoción. No es algo que se consiga de un día para otro, y la vida coloca en situaciones donde es difícil saber que es lo correcto, por eso hay que tener una mente amplia y entrenada. Hay que saber meditar las acciones y medir sus consecuencias, conocer nuestros límites y tratar de romper barreras, siempre, en la dirección correcta. No tomar a la ligera nuestras palabras y nuestras acciones. Una persona de honor, es una persona que es capaz de tener una verdadera paz interior, puesto que no tiene nada de lo que arrepentirse dentro de su ser, puesto que siempre ha guiado su vida por el camino de lo correcto.

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