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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

5 de mayo de 2009

Id a Tomás. Principios fundamentales del pensamiento de Santo Tomás (18)




por Eudaldo Forment


Tomado de Gratis Date



18



Los grados de ser



a doctrina del ser de Santo Tomás también permite explicar los grados de perfección, que aparecen en la escala de los entes, ordenados de menor a mayor perfección, no como concreciones o determinaciones categoriales, sino como distintas participaciones del ser. Lo que puede considerarse como otra tesis nuclear del tomismo, la que habría que añadir a las XXIV Tesis tomistas, al igual que las del bien, el ser y el ejemplarismo agustiniano.

Como ha indicado Canals, «nada de cuanto en la Escala de lo seres se nos presenta como constituyendo un grado de perfección, puede ser entendido en su propia razón de ser, si se le concibe como incluido en alguno de los modos del ente predicamental. Ni la vida, ni la ‘"naturaleza cognoscente", ni la "naturaleza intelectual", pueden ser adecuadamente concebidas por "diferencias" genéricas o específicas, como determinaciones de la sustancia. Se trata de "grados" en la más y más perfecta participación del "esse"» (Canals, 1981, 20).Santo Tomás relaciona de este modo a los grados «viviente» e «inteligente», que en cuanto tales comportan la remoción de lo material y potencial, con el ser. En la Suma teológica lo hace contestando a la siguiente objeción a la afirmación de que en Dios están las perfecciones de todos los entes:
«El viviente es más perfecto que el ente, y el inteligente lo es más que el viviente. Luego, vivir es más perfecto que ser, y saber es más perfecto que vivir. Pero la esencia de Dios es su mismo ser. Luego, no tiene en sí la perfección de la vida y la sabiduría y otras perfecciones parecidas» (STh I, 4, 2, ob. 3).



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