(Conferencia pronunciada por D. Julián Gil de Sagredo, abogado, Doctor en Derecho, el día 22 de febrero de 1975 en el salón de actos de los Institutos de Navarra)
Posiblemente parezca supérfluo hablar del Orden Político Cristiano en Navarra, que no sólo conoce dicho orden a través de sus tradiciones, sino que lo ha vivido profundamente en el decurso de su historia.Atravesamos, no obstante, una situación tan confusa en cuando a las ideas, y tan manipulada en cuanto a la terminología para expresar las ideas, que tal vez resulte necesario, o al menos conveniente, establecer con claridad los fundamentos del ORDEN POLITICO CRISTIANO.
ALGUNAS MANIFESTACIONES DEL “DESORDEN POLÍTICO ANTICRISTIANO”
Por vía de contraste, conviene dirigir primero una mirada hacia el desorden político anticristiano que estamos viviendo, ya de una manera plena, en este siglo XX, siglo de la «muerte de Dios», y de la divinización del hombre como centro y eje del universo, siglo, que es el comienzo de la Era Atómica, y es también el comienzo de la rebelión de los átomos humanos contra el Creador, siglo que pasará a la posterioridad marcado con el estigma de la apostasía.
La carta de los «Derechos del Hombre» ha sustituido al Decálogo, que es la Carta Magna de los Derechos de Dios sobre la Humanidad. La Soberanía Social que corresponde a Jesucristo por Derecho Divino sobre todos los pueblos y naciones, ha sido traspasada solemnemente, oficialmente, en un famoso discurso, a las Naciones Unidas, órgano supremo del «Magisterio Humano» a nivel Universal. Dios ha sido expulsado del marco de las instituciones políticas, y Cristo, Su Hijo, despojado de Su Divinidad, ha sido públicamente mofado y escarnecido en los escenarios y pantallas del mundo. Ahí tienen obras como Godspell y Jesucristo-Superstar, y ahí tienen una crítica uniformemente teledirigida para soslayar la atención del trasfondo ideológico intencional, perseguido con esas obras, y fijarla exclusivamente en unos valores estéticos -reales o supuestos- como si la estética, el arte, el simbolismo lúdico, pudiera justificar el sacrilegio y la blasfemia. y ahí tienen por último unas autoridades, eclesiásticas y civiles, que al amparo de esa crítica, están favoreciendo de una manera tácita o expresa la difusión de esas obras.
Jacques Maritain, el teólogo humanista, el maestro predilecto de Monseñor Montini, ha logrado por fin sus propósitos. Dios ha quedado recluido en el seno interno de la conciencia personal, y el Estado laico-ateo ha suplantado al Estado Confesional.
Este sombrío panorama que contemplamos a escala Universal, evoca la visión de San Agustín sobre las dos ciudades, la Ciudad de Dios constituida por los que aman al Señor hasta el desprecio de sí mismos, y la Ciudad de los hombres, constituida por los que se aman a sí mismos hasta el deprecio de Dios. y es que la ciudad, la política, no tiene más que dos enfoques: o es Teocéntrica, y pone en Dios el fundamento del derecho, o es Antropocéntrica y coloca dicho fundamento en el hombre. En el primer caso tendremos el Derecho Político Cristiano, que por ser el verdadero es único, como única es la Verdad, en el segundo caso tendremos el desorden político anticristiano, que por ser falso es múltiple, como múltiples son sus doctrinas y sus sistemas, como múltiple es el error .
****
Para leer el artículo completo haga click sobre la imagen de Isabel la Católica, cultora del Orden Político Cristiano.
0 comentarios:
Publicar un comentario