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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

11 de febrero de 2009

Evolucionismo: ¿Dogma científico o tesis teosófica? (7)




Orlando Fedeli
Fábio Vanini, biólogo
Marina Marques Vanini, doctoranda en Biología
Marcelo Murai, Maestro en Biología
Luciana Kauer Murai, graduada en Biología
Dr. Daniel Almeida de Oliveira, Médico



VI - ORIGEN DEL HOMBRE


1 - INTRODUCCIÓN



a gran cuestión, subyacente a todo evolucionismo, es la del ORIGEN del hombre: ¿fue el hombre creado por Dios? La afirmación darwinista de que el hombre habría evolucionado del macaco era, en verdad, una negación más o menos velada del creacionismo, aunque la tesis evolucionista no explicase de dónde habría venido la materia. Para el vulgo, sin embargo, quedaba implícita la victoria del ateísmo y del materialismo, en el caso de que el darwinismo fuese verdadero. Y aún hoy es así.
Normalmente, se enseña el evolucionismo, para, en entre líneas -- y muchas veces en las líneas -- atacar a la religión como anti-racional y anti-científica, y lanzar sus enseñanzas a la esfera de la leyenda o del mito.Desde la aparición de la tesis de Darwin, lo que se procuró constantemente -- y sin éxito -- fue encontrar el eslabón perdido entre el macaco y el hombre, entre el irracional y el racional. La búsqueda frenética -- y tantas veces fraudulenta -- de fósiles intermediarios entre varias especies animales sólo quería establecer una premisa mayor, necesaria para montar el silogismo, cuya conclusión fuese: “luego, el hombre desciende del animal... Y la Escritura mintió”.
Inicialmente, Darwin y sus seguidores buscaron el eslabón entre el macaco y el hombre. Cuando quedó patente que ese eslabón no existió, cambiaron su argumentación: el hombre y el macaco habrían tenido un ancestro común muy antiguo.Para el materialismo, la diferencia entre el hombre y el animal no es esencial. El hombre sería un animal apenas más perfecto, pero no se distinguiría del animal por tener un alma espiritual. La inteligencia humana sería el efecto de reacciones químicas y eléctricas en el cerebro humano. Siendo así, los animales también tendrían una “inteligencia” incipiente. Instintos y racionalidad no tendrían distinción substancial.
Para Marx, lo que diferencia al hombre del animal no es a racionalidad, fruto del alma espiritual del Hombre. Lo que distingue al hombre del animal es el trabajo. Engels definió al hombre como “el animal que trabaja”, lo que es una tontería, pues hormiga y castor trabajan, y no son humanos. Para el marxismo, habría sido el trabajo que habría hecho surgir, en el hombre, el lenguaje, y, de ésta, la racionalidad. Por tanto, en el principio estaría el trabajo y no el Verbo. En el principio, estaría el grito, la interjección y no la palabra. En el principio no estaría la Sabiduría, y sí la materia.
Para el materialismo, los animales antepasados del Hombre y del macaco -- los primates -- habrían dejado de vivir en los árboles y pasado a tener vida en el suelo. Poco a poco, habrían abandonado el caminar apoyado en los cuatro miembros y pasado a caminar erectos. Esto les dará la posibilidad de usar las manos. En seguida, habrían comenzado a usar palos y piedras como armas, y, después, como instrumentos. De ahí las denominaciones de “Homo Faber” y de “Homo Habilis”, de los cuales habrían nacido lo que ellos llaman “Homo Sapiens”.En la realidad, lo que distingue al hombre del animal es el alma espiritual y racional. Por eso, el hombre es siempre “Sapiens”, aunque muchas veces no tenga sabiduría...
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