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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

9 de febrero de 2009

"Gloria in Excelsis Deo"



Gloria in excelsis Deo.
Et in terra pax hominibus
bonae voluntatis.
Laudamus te.
Benedicimus te.
Adoramus te.
Glorificamus te.
Gratias agimus tibi
propter magnam gloriam tuam.
Domine Deus,
Rex caelestis,
Deus Pater omnipotens.
Domine Fili unigenite,
Jesu Christe.
Domine Deus, Agnus Dei, Filius Patris,
Qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Qui tollis peccata mundi, suscipe deprecationem nostram.
Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus Sanctus.
Tu solus Dominus.
Tu solus Altissimus, Jesu Christe.
Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris. Amen.


Antoine Brumel (c.1460 - c.1520); compositor francés de la escuela franco-flamenca del Renacimiento.

Discípulo de Josquin des Pres, elogiado por Obrecht, Mouton, Morley y Agricola. Trabajó en las catedrales de Chartres, de Laon y de París hacia 1498, donde fue responsable de la educación de los niños del coro.

Se encuentran trazas de sus pasos en Ginebra, Chambéry, y sucedió a Josquin des Prez y a Obrecht en la corte de Ferrara entre 1505 y 1520, bajo Alfonso d'Este I.

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