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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

3 de julio de 2008

3 de Julio, Festividad de San Ireneo, Obispo y Mártir



Obispo de Lyon, y Padre de la Iglesia. La información sobre su vida es escasa, y hasta cierto punto inexacto. Nació en la Asia Proconsular, o al menos en alguna provincia colindante, en la primera mitad del siglo segundo; la fecha exacta es controversial, entre los años 115 y 125, de acuerdo con algunos, o, de acuerdo con otros, entre el 130 y 142. Es cierto que, aun siendo muy joven, Irineo había visto y escuchado al santo Obispo Policarpo (d. 155) en Esmirna. Durante la persecución de Marco Aurelio, Ireneo fue sacerdote de la Iglesia de Lyon. El clero de la ciudad, muchos de los cuales padecían el encarcelamiento por la Fe, lo envió (177 o 178) a Roma con una carta para el Papa Euleterio respecto al Montanismo, y en dicha ocasión portó un testimonio enfático hacia sus méritos. De regreso a Gaul, Ireneo sucedió al mártir San Potino como Obispo de Lyon.

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