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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

5 de septiembre de 2008

La manipulación de la prensa


Por Juanjo Romero

Hace unos días leí un post recomendando «El invitado del Papa» de Vladimir Volkoff. Libro en apariencia ligero, pero que a mí también me gustó mucho. Yo me atreví a recomendar del mismo autor «El montaje». Pero hablaba de recuerdos e impresiones. Así que rebusqué en casa (el criterio de ordenación bibliotecaria es el estético, así que cada vez que intento encontrar un libro antiguo, tengo que echar media tarde).

Como ocurrió la primera vez lo leí de corrido. La traducción es horrorosa —si no, es imposible que ganase el premio de Novela de la Academia Francesa de 1982, el original debe estar mejor escrito—, los personajes no están bien definidos—al menos a mi gusto—, y el estilo que hoy buscaríamos en un libro de espías sería el de un guión cinematográfico. Os aseguro que no lo es, la estructura es algo peculiar. Sin embargo, tanto la trama como la tesis son cautivadoras, y no pierde en la ambientación de la Guerra Fría.

Lo traigo a colación porque es un libro que ayuda a formar espíritus libres. Ayuda a analizar la información, preguntarse por qués, cuestionarse la información publicada y categorizar a periodistas y medios. Está descatalogado, pero no revelaré nada sustancial del argumento, para no chafar a posibles lectores interesados. Un ruso blanco afincado en Francia —Alexandr Psar— es captado por la KGB —a través del coronel Iakov Moisseich Pitman— con una misión muy singular: agente de influencia. Su objetivo es la formación de la opinión pública, fundamentalmente a través de los medios impresos. El capítulo del reclutamiento es espectacular, son los propios métodos los que impulsan al joven Psar a trabajar para los soviéticos, se siente un semi-dios.

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Tomado de conoze.com

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