por Jorge Omar Alonso
Estas alimañas que en la década de los ’70 desataron un gran baño de sangre asesinando a militares, policías, dirigentes políticos, sindicalistas, jueces y civiles, integrando la guerrilla urbana; estos llamados hipócritamente “jóvenes idealistas” que hoy conforman el montonerismo residual, han ganado poder político gracias al espacio que les concediera su secuaz ideológico cuando asumiera la presidencia en 2003.
El Sr. Kirchner fue el encargado de revivir aquel proyecto montonero que quedara inconcluso, ya lo había explicitado en su discurso de asunción. Proyecto que esta vez se centra en manifestaciones de revancha contra quienes los derrotaron militarmente.
Hoy la República se encuentra humillada por esas mentes desvariadas que pretendieron la puesta en marcha de un proyecto político a través del asesinato y el secuestro. Ejercen la mentira sistematizada en textos de profusa difusión, en el arte y en lo que es más nefasto: en la educación de los jóvenes que no vivieron aquel drama. Insertan en sus mentes esa mentira como ideología del odio o lo que es lo mismo la verdad parcializada.
Una continuidad de aquellas formaciones guerrilleras lo constituyen hoy las agrupaciones de personajes encapuchados que conforman movimientos de izquierda radicalizada, que con garrotes y prepotencia se encargan del escrache y la movilización al compás del absurdo bombo, manchando banderas argentinas con tiras de trapos rojos y la cara del pistolero Guevara. Son los militantes de los “derechos humanos”, como los revoltosos que actuaron en Tucumán ante el espectáculo del juicio con sentencia “cantada” al General Bussi.-
Tomado de Nuevo Encuentro
0 comentarios:
Publicar un comentario