Dos ideas sobre el bien, dos ideas sobre la libertad
“Castigarlas con un bebé si cometen un error en su adolescencia”. Es la respuesta que más repugnancia me ha dado de cuantas he escuchado al candidato demócrata, Barack Obama. Sí, cuando se supo -¿por quién?- que la hija de Sarah Palin, Bristol, de 17 años de edad, estaba embarazada, Obama consideró que él no habría hecho tal cosa con su hija. De lo cual debemos deducir varias cosas: la primera, que un bebé es un castigo. Es una definición perfecta del Nuevo Orden que odia la maternidad porque odia a la humanidad. Un bebé, para un personaje como Obama, es, ante todo, una carga. Hubo un tiempo en que también él debió ser una carga para alguien, pero al parecer no se acuerda, y supongo que hoy se consideraba algo más que una carga.
Segundo. El señor Obama no quiere decirlo, porque es palabra tabú, pero lo que está proponiendo es que maten a su nieto. ¿Puede ser este personaje presidente de los Estados Unidos?
Tercero: un error. Para ser estadounidense, el candidato demócrata parece europeo. No existe el pecado, tampoco los horrores, sólo los errores. La libertad es algo parecido a una ecuación matemática. Es decir, la libertad no existe. La reacción de Palin fue muy distinta: mi hija hizo mal, ergo tiene que asumir su responsabilidad. Son dos ideas sobre el bien, pero si no se cree en el pecado tampoco se cree en la libertad.
Las palabras de Obama continúan asustándome.
Eulogio López
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