Este blog está optimizado para una resolución de pantalla de 1152 x 864 px.

Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

21 de octubre de 2008

L a Historia y Maria Antonieta



El 16 de Octubre se cumplió un aniversario de la muerte de María Antonieta, símbolo de la realeza humillada por la revolución. Rubén Calderón Bouchet la evoca a raiz de profundas y simples reflexiones sobre la historia.


Tomado de Argentinidad
(gracias Esteban).

Partimos de un hecho que es imposible discutir: el pasado no puede ser vivido en la memoria por mucha fidelidad que ésta ponga en el sostenimiento de sus recuerdos y, el acto mismo de recordar, es hacer una cierta selección de las circunstancias vividas que sólo retiene algunos aspectos de una realidad que se complace en escapar por todas las pendientes como un estanque desbordado.

Si pretendemos, más allá de la memoria personal, traer a la mente pasajes de una época que no hemos vivido y a la que podemos asomarnos a través de las memorias o documentos dejados por otros, la posibilidad se hace todavía más difícil y resulta absolutamente imposible escapar a las exigencias de evocar una suerte de sueño creado casi totalmente por la fantasía. Trato de atenuar la extensión del adverbio totalmente por respeto a los documentos que dirigen la faena de la imaginación y permiten distinguir lo que consideramos una obra histórica de una ficción novelesca en la que los pormenores del suceso son el producto de nuestra capacidad creadora.

Sarmiento vio desfilar por la ciudad de San Juan a los soldados de Facundo. Hasta que punto sus prejuicios, sus temores, las ideas que con el transcurso del tiempo y el carácter de sus estudios se forjó sobre la personalidad de Facundo, influyeron sobre esa visión que tiene todo el aspecto de ilustrar el tema de la barbarie en su famosa lucha por la civilización y el progreso. Una visión objetiva del pasado en la que no aparezca para nada el calor de las pasiones que alimentan nuestros recuerdos o la evocación de sucesos que no hemos vivido personalmente pero ante los cuales no permanecemos indiferentes, es absolutamente imposible y, si por casualidad se diera, la frialdad de los hechos evocados harían caer el libro de nuestras manos como si estuviéramos leyendo una guía telefónica.
****
Para leer el artículo completo haga click sobre la imagen del autor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Gracias a vos Cruzamante por difundir!.
En Xto, como siempre,

Cruzamante dijo...

Un fuerte abrazo, Esteban