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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

2 de noviembre de 2008

Aborteras



por Jorge Omar Alonso

Tomado de Nuevo Encuentro


La candidata para la Prefectura de Sao Pablo Martha Suplicy, conocida por su apoyo al aborto perdió las últimas elecciones realizadas en el Brasil. Era la candidata del Presidente Lula y habría recibido el apoyo de un grupo de sacerdotes vinculados con la “teología de la liberación”, como respaldo a su postura ideológica enmarcada en el progresismo.
La derrota le fue propinada por la derecha en la persona del actual Prefecto proveniente del Partido Conservador Demócrata.
Suplicy además de abortera es conocida por su apoyo a las uniones de homosexuales, habiendo sido promocionada su candidatura por un grupo de sacerdotes brasileños afines a tales posturas. Estos a su vez habrían hecho proselitismo a favor de otros políticos también aborteros.
También en Chile se vienen manifestando entidades abortistas y feministas que apoyan el aborto y precisamente dichos grupos se respaldan en la llamada “teología de la liberación”.
En general estos movimientos suelen machacar a la opinión pública con la hipocresía de los “derechos humanos”, justamente ellos que representan la anti-vida.
En nuestro País en el tema de los menores delincuentes la jueza Argibay se pronunció en contra de las medidas para penar a aquellos, advirtiendo que el “gatillo fácil” policial no ha desaparecido. Ahora bien, quien se ha mostrado como pro abortista habla de la noción de vida que supuestamente se les ha quitado a los menores que delinquen. Se promueve en cambio el “aborto fácil” para los que no pueden defenderse como los que están por nacer.
En el país trasandino el aborto terapéutico fue abolido por el gobierno del General Pinochet, por lo que las organizaciones abortistas de aquel país reclaman su reimplementación por considerar que es una deuda que la actual democracia chilena tiene con los “derechos humanos” de las mujeres. Otro de los reclamos de estas organizaciones es el derecho a no tener hijos. ¿Cómo ha de entenderse esto? ¿No procrear? O una vez efectuada la concepción, deshacerse del feto?
La insistencia en legalizar el aborto en muchos países es intensa y cabe preguntarse: ¿qué hay detrás de todo esto?
Normalmente las abortedas de las que dudo hayan probado la experiencia de la maternidad, aluden a su derecho de escoger cuándo ser madres o a no tener hijos, demandado que no les sea impuesta la maternidad. En este aspecto hay que señalar la hipocresía de tal reclamación, precisamente porque la maternidad no se le impone a nadie.
Otro caso se dá en Perú donde una abogada feminista lidera un programa nacional contra la violencia familiar, lo que resulta un contrasentido peligroso que alguien con ese sesgo ideológico se encuentre a cargo de un programa de salvaguarda de la institución familiar.
El ideologismo progresista trata de inficionar con su aberrante doctrina todo el cuerpo social y en particular a la familia a la vez que ataca a la Iglesia Católica. Estos fieles discípulos de Satanás con ropaje de ovejas dicen promover la vida, pero llevan la muerte al vientre de una mujer.
En nuestro País se pueden ver a estos grupos de aborteras escandalosas como las que suelen ensuciar los muros de la Catedral Metropolitana con sus inmundas consignas, o como las que en Neuquén protagonizaron actos violentos. Son las que atacan a la Santa Iglesia a la que culpan de contrariar sus programas de muerte. Denuncian falta de anticonceptivos que logren según ellas, una “sexualidad plena y libre” lo que significa total licencia de hábitos y costumbres, propio para la degradación de la vida. De la misma forma que promueven la existencia de clínicas, tendientes a ejecutar las penas de muerte a los que fueron engendrados sin ser queridos.-

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