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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

19 de abril de 2009

La Universidad Jesuita Georgetown se avergüenza de IHS


por Juanjo Romero

Tomado de De Lapsis





La tensión por el «Escándalo de Notre Dame» crece. El manifiesto pidiendo coherencia a la Universidad lleva recogidas más de un cuarto de millón de firmas, alumnos, antiguos alumnos, laicos, sacerdotes, religiosos, obispos se movilizan para que la institución recupere la cordura y sea fiel a sí misma, no se le puede conceder honores a quien niega el derecho a vivir.



En previsión de lo que ocurra el 17 de mayo las miradas estaban puestas en el discurso de Obama el 14 de abril en Georgetown, quizá la universidad ¿católica? más influyente de USA. El discurso fue bastante flojillo, retórica vacía, el típico semoncete en el que el respetable desconecta e intenta localizar las estaciones del Vía Crucis que están fuera de la visual o categorizar el tipo de ave que ha dejado las huellas de los zapatos en el reclinatorio. Pero como no era una Iglesia, si no el Gaston Hall, los asistentes repararon en el frontispicio. Donde antes había un dorado y reluciente IHS —el monograma de Jesucristo adoptado por San Ignacio como sello de la Compañía—, ahora estaba una madera oscura que lo escondía.

Y, no, no tenía nada que ver con alguna piadosa costumbre, era petición expresa de la Casa Blanca. Recordé la profética novela de Benson «El Amo del Mundo».
Paradojas de la vida, la Universidad fue fundada por exjesuitas el mismo año en que George Washington es elegido presidente. La Compañía de Jesús estaba disuelta a instancias de la masonería y sus miembros expulsados de los Reinos Católicos, lo que provocó que un grupo numeroso terminase en Estados Unidos. Alegría y santo orgullo acompañó a la colocación de los símbolos en cuanto la orden fue restaurada y la Universidad entregada canónicamente. Hoy vergüenza y cobardía en ser lo que son…y masonería y exjesuitas.


Por otro lado contrasta la premura a plegarse al Emperador con las reticencias a los ruegos del Papa para que vistan con traje talar, también símbolo de su condición.


Me seguiré informando, y os cuento.


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