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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

24 de abril de 2009

Resumen histórico de la introdución del protestantismo en Inglaterra


por Hugh Ross Williamson

Una vez más hay que agradecer al excelente sitio Stat Veritas la publicación de escritos católicos que nos permitan desentrañar y entender, en el complejo caos intelectual de los últimos cincuenta años, donde radica la Verdad.
Este opúsculo es una joya, de pequeño tamaño, pero de incalculable riqueza.
Suscinto y claro, arroja luz a raudales sobre los cambios introducidos en el Ordo de la Misa Nueva.
Lo recomiendo calurosamente.
Transcribo una breve reseña biográfica del autor, relizada por Michael Davies, quien fuera presidente de Una Voce Internacional.
Para acceder a la obra haga click sobre la imagen del arzobispo Cranmer, heresiarca él, o búsquela en Lecturas imprescindibles el el bloque de la izquierda.


Nota biográfica sobre el autor:

Hugh Ross Williamson (1901-1977) era hijo de un pastor congregacionalista, una de las sectas protestantes más antiguas en Inglaterra. Obtuvo un grado en Historia en la Universidad de London y trabajó como periodista. Su primer libro, un trabajo de crítica literaria, apareció en 1923, pero luego se dedicó a trabajos históricos, de los que escribió más de cuarenta. Fue una destacada autoridad sobre la época de los Tudor y Estuardos, y era reconocido como la eminencia máxima sobre el ―Complot de la Pólvora‖: demostró que los católicos complicados en una tentativa para hacer saltar al rey Jacobo I con todo su Parlamento (1605) fueron engañados por agentes provocadores del gobierno, con el objeto de azuzar el odio público contra los católicos. Escribió también varias obras de teatro de mucho éxito, incluso una sobre Santa Teresa de Ávila y otra sobre Santa Bernardita. Sus investigaciones históricas lo llevaron al convencimiento de que el Catolicismo era la verdadera religión fundada por Jesucristo. Como en el caso del Cardenal Newman, Ross Williamson creyó primero que Inglaterra volvería a la Fe al hacerse católica la Iglesia de Inglaterra. Fue así ordenado como "sacerdote" anglicano (la Iglesia de Inglaterra no tiene sacerdotes y sus órdenes son totalmente inválidas) en 1943, y como miembro de la rama ―Anglo-Católica‖ de la Iglesia de Inglaterra trabajó por el retorno de la Misa a las iglesias anglicanas. En 1954 escribió The Great Prayer —La Gran Oración—, uno de los trabajos más autorizados sobre el Canon Romano. Pero, igual que Newman, se dio cuenta finalmente de que la comunión anglicana no forma parte de la Iglesia Católica y que debía someterse a Roma. Él y su familia fueron recibidos en la Iglesia Católica en 1955. El huracán del Vaticano II lo acongojó en sumo grado. Creía que la Iglesia, al suprimir la Misa Tridentina, estaba aceptando el mismo protestantismo que él había rechazado en 1955. Para explicar su objeción al Novus Ordo Missæ publicó dos pequeños libros. Enfermo desde 1970, era visitado regularmente por el entonces Primado de Inglaterra, Cardenal Heenan, quien mucho lo admiraba, al punto de declarar públicamente que todos los católicos de habla inglesa tenían una deuda de gratitud con Hugh Ross Williamson. Murió en 1977, fortificado con los ritos de la Santa Iglesia Católica, apenas once días después de cumplir 77 años. Fue un gran scholar, siempre cortés y desafiante, nunca fatuo o altivo, un convertido en la mejor tradición inglesa de Chesterton y Belloc.
Michael Davies

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