Tomado de Forum Libertas
a Congregación para la Doctrina de la Fe publica la Instrucción Dignitas personae con orientaciones sobre la clonación, la terapia génica, la fecundación artificial
La idea de la “adopción prenatal” con la que algunas personas tratan de dar una oportunidad de nacer a tantos embriones congelados es “una propuesta basada en la loable intención de respetar y defender la vida humana que, sin embargo, presenta problemas éticos”, los mismos que hacen ilícita la procreación artificial “como toda forma de maternidad subrogada”, por ejemplo el problema de separar la procreación del contexto íntegramente personal del acto conyugal.
Así lo señala la nueva Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Dignitas personae sobre algunas cuestiones de bioética, presentada este viernes 12 de diciembre, que afronta nuevos problemas relativos a la procreación, examina algunas propuestas terapéuticas y recuerda los aspectos antropológicos, teológicos y éticos en los que la Iglesia basa su defensa de la vida humana.
El documento alerta de la “situación de injusticia de hecho irreparable” que supone la existencia de “millares de embriones que se encuentran en estado de abandono”, pero afirma que “no se vislumbra una salida moralmente lícita para el destino humano de los miles y miles de embriones ‘congelados’, que son y siguen siendo siempre titulares de los derechos esenciales y que, por tanto, hay que tutelar jurídicamente como personas humanas”.
La fecundación artificial es ilícita
Respecto a los tratamientos de infertilidad, el documento recuerda que la fecundación artificial es ilícita porque sustituye el acto conyugal, el único digno de una procreación responsable. Sobre las técnicas de ayuda a la fertilidad, la Iglesia recuerda que tienen que respetar el derecho a la vida y a la integridad física de cada ser humano (también el embrión), la unidad del matrimonio que pasa por el derecho de los cónyuges a procrear sólo el uno a través del otro, y los valores específicamente humanos de la sexualidad que exigen que la procreación sea fruto del acto conyugal específico del amor entre los esposos.
En este sentido, valora como “auténticas terapias” las intervenciones que buscan remover los obstáculos que impiden la fertilidad natural, como el tratamiento hormonal de origen gonádico, el tratamiento quirúrgico de una endometriosis limitada, la desobstrucción de las trompas o la restauración microquirúrgica de su permeabilidad.
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