por el R.P. Leonardo Castellani
CRISTO FUNDO UN REINO VISIBLE
ay dos tesis que son gemelas: Cristo fundó bien deliberadamente una Sociedad Visible; y esa Sociedad ha llegado hasta nosotros con el nombre de Iglesia Católica y con las notas esenciales de la fundada por Cristo.
A inicios del siglo XVI aconteció en esta sociedad una catástrofe que quiso llamarse "la Reforma" y quedó con el nombre de Protestantismo. Esta Reforma o Protesta inventó la "Iglesia Invisible", de la cual durante 1615 años nadie supo nada. Grosso modo, pueden distinguirse en ella tres matices:
- Lutero y Calvino: ninguna sociedad
- Restantes sectas en general: sociedad invisible
- Anglicanos "Hight Church": reciente: una sociedad con tres ramas, por tanto bastante indeterminada: Anglocatólicos, Romancatólicos y Rusocatólicos.
Los adversarios de estas dos tesis, que comenzaron por la segunda son todas las "iglesias protestantes" en general, que ahora las llaman "denominaciones" y cuyo nombre verdadero es "sectas". ¿Cuántas son? Nadie lo sabe. Hace unos 30 años se hizo un catálogo de "Iglesias" en Yanquilandia que dio la existencia de 263 sectas de las cuales 10 con más de un millón de adictos pero divididas dentro de sí en 5, 10 y hasta 20 sectas; y después una verdadera nube de sectitas, hasta llegár a la "Iglesia de Dios vivo" que contaba 120 miembros, divididos en 6 "asambleas" que dicen ellos. Este es el resultado del "Libro Examen" que fue predicho por Bossuet en 1688, 171 años despues de la catástrofe protestante, como inevitable, en su libro "Historia de las Variaciones de las Iglesias protestantes".
Esta no fue una herejía como las otras, sino una verdadera revolución religiosa que se convirtió en poco tiempo en una verdadera catástrofe; de la cual Lutero no fue la causa sino la chispa. Por diversas causas el terreno religioso estaba cargado de pólvora, y no la única ni mucho menos fue la "corrupción" de la Iglesia Romana (o el Papismo) como pretenden ellos.
La cuestión es que se propagó como un incendio por toda Europa menos España, la cual gracias a la Santa Inquisición se salvó de las tremendas guerras de religión que asolaron el resto; de las cuales la última duró 30 años y dejó diezmadas a las Germanias, acabando en la Paz de Westfalia (1648) a más de un siglo de matanzas, que no fue paz sino un empate por cansancio. Esta guerra fue de Austria o sea el Sacro Romano Imperio Germánico contra diversas coaliciones de Príncipes Protestantes ayudados por el ciego Cardenal Richelieu.
Los resultados fueron, como dije, catastróficos: la mitad de Europa separada de la Iglesia Católica con un odio inextinguible; la formación de una cultura disidente, en donde nació el capitalismo, el liberalismo y al fin la Revolución Permanente y el Comunismo; la extinción total del catolicismo en varias naciones, Inglaterra, Escandinavia, Dinamarca y Suiza por ejemplo; la guerra intermitente de esas naciones con las católicas, la salvación parcial de Francia por medio de las armas y la violencia, y el estado actual de nuestro mundo lleno de guerras y rumores de guerras; en medio de las cuales el Papa coreado por todos nosotros gritamos: "paz, paz" y no hay paz.
LA PRUEBA
Es tan evidente que Cristo quiso fundar y fundó un "Reino" visible, que casi es suerfluo probarlo: desde ser concebido en la anunciación del Ángel: "y le dará Dios el trono de David su padre, y su Reino no tendrá fin"; hasta antes de morir, en que aprueba la petición del Buen Ladrón: "Acuérdate de mí cuando estés en tu Reino". La primera palabra de su prédica es la misma de su Anunciador el Bautista: "Convertíos, porque está cerca el Reino".
Convertíos, es decir, cambiad de mente.
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