Poema de Paul Verlaine
Traducido por el R.P. Leonardo Castellani
mar la patria es el amor primero
y es el postrero amor después de Dios;
y si es crucificado y verdadero,
ya son un solo amor, ya no son dos.
Amar la patria hasta jugarse entero,
del puro patrio Bien Común en pos,
y afrontar marejada y viento fiero:
eso se inscribe al crédito de Dios.
Dios el que no se ve, Dios insondable;
de todo lo que es Bien, oscuro abismo,
sólo visible por oscura Fe.
No puede amar, por mucho que d'Él hable
del fondo de su gélido egoísmo,
quien no es capaz de amar ni lo que ve.
Santoral Católico del 28 de Mayo
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- *San Germán de París*, Obispo y Confesor
- *San Agustín de Cantorbery*, Obispo y Confesor
- *San Bernardo de Montjoux*
- *San Ignacio de...
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