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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

25 de julio de 2009

Prédicas Católicas

Sermón del Séptimo Domingo después de Pentecostés
(casi una semana tarde)





Por el R. P. Leonardo Castellani






Tomado de Domingueras prédicas.

Ediciones Jauja, Mendoza, 1997







Los FALSOS PROFETAS. (1966)


uardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. "Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los conoceréis. «No todo el que me diga: "Señor, Señor", entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿ no profetizamos en tu nombre, , y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Y entonces les declararé : "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!" Así pues, todo el que oiga mis palabras y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga mis palabras y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»
(Mt. 7,15-28)


El Evangelio hoy leído es el final del Sermón Montano y trata de los pseudo-profetas.

¿Dónde están los pseudo-profetas hoy día? En todas partes: son los heresiarcas, los herejes y los falsos Doctores. Millares dellos.

Ya respondí en otra ocasión (en otro año) a dos pequeñas dificultades que tiene este Evangelio, a saber: que esa señal que da Cristo "por sus frutos los conoceréis" no sirve, porque llega tarde; el daño ya está hecho: es como si dijéramos: "si quieres distinguir los hongos venenosos de los comestibles, cómetelos; y si comes uno y te mueres, es señal que era venenoso...". Pero Cristo no dice así: dice que observemos el árbol de hermoso aspecto que todavía no frutó, y si da higos y uvas, es bueno; y no es bueno si da abrojos o cápsulas de beleño. ¿Y cuáles son esos frutos malos? Son la mala vida y los vicios de los heresiarcas, primero; y las perturbaciones morales, e incluso sociales que producen las herejías, segundo. Conozco la vida de docenas de heresiarcas, y solamente conozco dos que no hayan tenido defectos y vicios brutos: el obispo Yanssens o "Jansenius", de quien nació el Jansenismo, y el jesuita Teilhard de Chardin; los cuales llevaron una vida exteriormente correcta y más o menos honrada. Hay otros, como Pelagio y Miguel de Molinos, que llevaron por un tiempo una piel de oveja y en su interior eran lobos rapaces; como se vio después. En cuanto a las perturbaciones sociales, basta mirar nuestra época, que tiene su raíz en la Revolución Francesa y en las doctrinas heréticas de los Enciclopedistas del siglo XVIII —la cual Revolución hemos celebrado en estos días y dice "La Prensa" que es "el más grande aniversario de la humanidad en la edad moderna"; del cual dijo el gran historiador Jacques Bainville que cuando ve a sus compatriotas celebrar el 14 de Julio le recuerdan a un hombre que festejara cada año el aniversario del día en que pilló... una fiebre tifoidea.
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Para leer el sermón completo haga click sobre la imagen del Padre Castellani.


1 comentarios:

Acuarius dijo...

Gracias a Dios...también hay verdaderos profetas.