por Sandro Magister
Tomado de Asociación Cultural Monfort
ROMA, 3 de octubre del 2007
– En el volver a darle plena ciudadanía al rito antiguo de la misa, con el motu proprio “Summorum Pontificum”, Benedicto XVI ha mencionado su intención de reaccionar también al exceso de “creatividad” que en el nuevo rito “llevó a menudo a deformaciones de la liturgia al límite de lo soportable”. Ateniéndose a lo que ocurre en algunas áreas de la Iglesia, esta creatividad incide no sólo sobre la liturgia sino también sobre los mismos fundamentos de la doctrina católica.
En Holanda, en Nijmegen, en la iglesia de los frailes agustinos, cada domingo la misa es presidida conjuntamente por un protestante y por un católico, que se turnan entre la liturgia de la Palabra y el sermón, y la liturgia eucarística. El católico es casi siempre un simple laico, y frecuentemente una mujer. Para la plegaria eucarística, en vez de los textos del misal se prefieren los textos compuestos por el ex jesuita Huub Oosterhuis. El pan y el vino lo comparten todos.
Ningún obispo ha autorizado jamás esta forma de celebración. Pero el P. Lambert van Gelder, uno de los agustinos que la promueve, está seguro de estar en lo correcto: “En la Iglesia son posibles diferentes formas de participación, nosotros somos parte de la comunidad eclesial a todos sus efectos. No me considero para nada cismático”.
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1 comentarios:
Querido Cruzamante.
Este Lambert puede estar seguro que el "cree" no ser cismático y mucho menos "sacrílego".
Hay que decirle a este malandrín que tienen mucha razón, al menos desde la óptica de Roma y de la "papeleta".
Jamás le dirán nada, o, le dirán muy poco.
La cosa cambiaría notablemente si fuera un "lefebvrista", ahí estaría fritanga.
Recuerdo cuando se hablaba de los "tribunales eclesiásticos de la FSSPX", que finalmente quedaron en nada.
Nadie dejó de decir: ANTES NO ES TAN SEGURO, PERO AHORA SI HAY CISMA EN ESTOS DEGENERADOS.
En fin, es lo que hay, aunque creo que por poco tiempo.
Aunque hay que decir que muy probablemente las CRITICAS sigan hasta tanto se tenga la "papeleta de regularización canónica", no alcanzará con que se levanten las excomuniones (que me la juego que ya está consensuado entre las partes).
Y aún con la papeleta, nunca dejaremos de ser "nosotros, los perros", como ya lo ha advertido Jean Maridan.
Un abrazo en Xto.
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