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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

19 de diciembre de 2008

El Papa San Pío X: Memorias (16)


por S.E.R. Cardenal Rafael Merry del Val


XV

SU FAMILIA



ntes de dar por terminadas estas Memorias, quisiera hacer mención de algunos hechos concernientes a la familia de Pío X que más particularmente han llegado a mi conocimiento personal Ellos ¡lustran las tradiciones domésticas de su hogar y muestran el ambiente que tanto contribuyó a la formación de su carácter individual, y que él elevó aún más con la santidad de sus virtudes.
Ya me he referido a su propio renunciamiento, que le inducía a no buscar ventajas temporales para los suyos, como hubiera podido hacer tan fácilmente desde los diferentes puestos de su brillante carrera.
En este sentido, dio al mundo entero y, especialmente, al clero, un ejemplo casi inédito de desinterés y sencillez de espíritu, demostrando que únicamente perseguía fines espirituales.
Cuando en el otoño de 1917 sobrevino la desastrosa invasión de las provincias venecianas y el enemigo se adentró en el país, entre el Isonzo y el Piave, hubo necesidad de evacuar a toda prisa ciudades y pueblos próximos a la línea de combate, bien para evitar que cayeran sus habitantes en manos del enemigo, bien para facilitar la urgente tarea de una inmediata defensa. La gente huía a millares, y entre los desgraciados refugiados de Gemona, Cavaso, Venecia, Salzano, Riese y otras localidades se encontraban varios sobrinos de Pío X.
Ninguno de ellos había vivido nunca con desahogo. Ganaban en distintas profesiones un modesto sustento que les bastaba para no pasar grandes privaciones. Uno de ellos era escultor, dos o tres desempeñaban puestos de maestros de escuela; algunos mantenían un pequeño negocio o industria, y otros habían obtenido modestos empleos en la Administración local.
Al estallar la tormenta, veintitrés de ellos, entre hombres, mujeres y niños, se vieron obligados a huir en pocas horas, abandonando sus tranquilos hogares y cuantos bienes les pertenecían, sin más equipaje que un pequeño hatillo. Algunos hubieron de salir a pie, teniendo que andar varias millas para poder llegar al ferrocarril más próximo que les trasladara a un lugar de refugio transitorio. Giuseppina Parolin Salvadori, sobrina del Papa, escapó con dificultad de Gemona en llamas; huyó, en medio de indecibles sufrimientos, a través del Tagliamento, sola, sin protección algún y separada de su marido.
Después de un viaje interminable, cuyas penalidades no necesito describir, todos llegaron a Roma una noche, dirigiéndose al pequeño piso de la plaza Rusticucci, donde vivían las hermanas mayores del Papa. No se les negó hospitalidad, como era natural, aunque allí no había medios disponibles de poder proporcionar alojamiento adecuado a veintitrés huéspedes inesperados: ni habitaciones, ni camas, ni los elementos más indispensables a la vida cotidiana. Amontonados todos durante aquella primera noche y el día siguiente, eran, en verdad, dignos de lástima. ¡Y eran los familiares del Santo Padre!.

*****
Para leer el artículo completo haga click sobre la imagen del santo Secretario de Estado, aún no beatificado.

2 comentarios:

rojobilbao dijo...

Muchas gracias por la labor acometida, pero ¿nos has mostrado todo el libro o tan sólo extractos? Lo digo porque 200 páginas dicen que tiene el libro y no es lo escaneado tanto.

Insisto pese a todo en los agradecimientos.

Cruzamante dijo...

Estimado amigo:
El libro escrito por el Cardenal Merry del Val culmina en este capítulo, está completo.
El libro publicado por la Fundación San Pío X, incluye los textos de la alocuciones de SS Pío XII durante la beatificación (1951)
y Canonización de SS SPío X (1954), publicados en este blog el 6/01 y 8/01.
Lo único no publicado aún son unas efemérides de la vida de S. Pío X y el índice, que serán editados a corto plazo.
Cuando terminé de leer el libro, a mi también me pareció corto, pero está completo en lo fundamental.
Son 200 páginas de formato pequeño (1/2 carta.)
Un fuerte abrazo en Xto Rey.
Cruzamante.