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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

11 de septiembre de 2009

La verdad sobre El Código da Vinci (Parte Segunda).- Examen crítico de los argumentos del Código Da Vinci (V)








por José Antonio Ullate Fabo





Tomado de Conoze






VI.- Mona Lisa , y cintas de video

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Más sobre Leonardo, el culto a la diosa y el Priorato de Sión

Capítulo 23, página 144:


angdon se dirige a Sophie Neveu: «Leonardo da Vinci presidió el Priorato [de Sión] entre 1510 y 1519, en calidad de Gran Maestre de la hermandad, lo que tal vez ayude a explicar la pasión que sentía tu abuelo por su obra. Los dos comparten un vínculo fraternal histórico. Y todo encaja perfectamente, con su fascinación por la iconografía de la diosa, el paganismo, las deidades femeninas y su desprecio por la Iglesia. La creencia en la divinidad femenina está muy bien documentada a lo largo de la historia del priorato».

[Véase la nota anterior y, en la tercera parte, la información acerca del Priorato de Sión.]

El secreto de Mona Lisa y Leonardo

Capítulo 26, página 152:

Langdon a sus alumnos: «Sí, Leonardo da Vinci era homosexual».

Después, en la página 153, pregunta a sus alumnos si saben quién era la diosa egipcia de la fertilidad: «Era Isis -dijo Langdon, cogiendo una tiza-. Así que tenemos al dios masculino, AMÓN. Y a la diosa femenina, Isis, cuyo antiguo pictograma fue durante una época L'ISA. [...] Señores, no es sólo que la cara de la Mona Lisa tenga un aspecto andrógino, es que su nombre es un anagrama de la divina unión de lo masculino y lo femenino. Y ése, amigos míos, es el secretillo de Leonardo, y lo que explica la enigmática sonrisa de la mujer del cuadro».

La acumulación de falsedades desautoriza las enseñanzas de Brown. Además, las incoherencias son constantes. En este caso tenemos ejemplos de ambas aficiones del autor. Langdon afirma, en su estilo lapidario que «Leonardo da Vinci era homosexual». No se molesta en citar ningún indicio. Una vez más, el abanderado contra el oscurantismo hace gala de afirmaciones sin fundamento.

Antes de observar los hechos reales, tal como sucedieron, hay que preguntarse por el valor de la afirmación en sí y en el lugar en que está hecha. Langdon está dictando una clase de simbolismo. Lo que hace Langdon es un puro chisme, un cotilleo y, en este caso, una difamación. Además, Langdon lo lía todo. Si pretende justificar un tipo de culto basado en la unión de lo femenino y lo masculino, resulta un tanto incoherente reivindicar la pretendida homosexualidad de Leonardo, que resulta difícil de encajar en el esquema de «la exaltación de la fertilidad».

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Un par de datos:

La supuesta homosexualidad de Leonardo, que se daba por hecha en los 80, ahora se pone en duda seriamente (otro caso similar es el de Shakespeare, aunque hay algunos indicios, otros dicen que ni siquiera existió y en realidad era Bacon con seudónimo).

La Iglesia no miente en su Doctrina, pero, como los hombres son hombres existen casos como la famosa "Donación de Constantino" que se comprobó eran falsificaciones (quizás en venganza al Emperador, pagano, pecador, traidor y amigo de los arrianos poderosos de entonces, con los cuales se confesó en su lecho de muerte).

Tambien son falsificaciones los documentos de los "banqueros de Dios" que hicieron ya en el siglo pasado.

Por supuesto Brown no toma estos datos reales (a lo mejor ni los sabe) y solo se limita a copiar a otros autores.