Este blog está optimizado para una resolución de pantalla de 1152 x 864 px.

Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

4 de diciembre de 2008

Con domicilio en Olivos


por el Dr Hugo Esteva

tomado de Nuevo Encuentro



poltronado en la quinta presidencial, Néstor Kirchner prepara su impunidad. Para eso no tiene pudor de emplear las artimañas de la mayor cobardía política: en una nueva muestra de la hipocresía con que enerva los ánimos de la nación, va a aprovechar su circunstancial domicilio para legitimar una candidatura legislativa en la provincia de Buenos Aires, sitio al que bajo ningún punto de vista representa.

Otra vez manipulando los resortes más bajos de un sistema electoral que se devora a sí mismo, para jugar un partido con final arreglado como es apuntarle al cantado capital del peronismo bonaerense. Pero demostrando, al mismo tiempo, que ni siquiera puede contar con apoyo genuino en su provincia de origen, y quizás allí menos que en ninguna parte.

Así es cómo Kirchner se prepara para ser el mayor usufructuario de 25 años de democracia en la Argentina. Años de hierro, esos sí, para el bienestar concreto de la patria y de su pueblo. Veamos, si no, qué ha significado este cuarto de siglo para la nación. Sin pretender fatigar ni fatigarse pormenorizando puntualmente lo ocurrido, observemos brevemente cuánto más débiles somos, cuánto peor nos va a cada uno de los argentinos que cuando arrancó esta experiencia nacida de la derrota de Malvinas.

****

Para leer el artículo completo haga click sobre la imagen del autor.

0 comentarios: