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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

2 de diciembre de 2008

El Pensamiento de la Revolución Nacional (7)


por D. Antonio de Oliveira Salazar



Capítulo VI

El interés nacional en la política de la Dictadura


A pesar de su deseo de no malgastar el tiempo, el Dr. Oliveira Salazar, ha comprendido que era necesario mantener cierto contacto con la opinión pública. El discurso inserto a continuación, y que fue pronunciado ante millares de oyentes el día 17 de Mayo de 1931, en el Coliseu dos Recreios, con ocasión de la manifestación organizada por la Unión Nacional, es un balance de la obra económica y financiera realizada, un anuncio de nuevos progresos, y una exposición de pensamientos y proyectos. El discurso tuvo una especial oportunidad por coincidir con el momento en que los adversarios de la Dictadura hacían una última e inútil tentativa para agitar al País.


ombres que profesaban credos diferentes, venidos de todos los horizontes del pensamiento y de la acción, oriundos de todas las clases, diseminando su vida por todas las formas de actividad, han podido apartar los motivos de división y encontrar en los principios fundamentales de la Unión Nacional aquel terreno común de colaboración de los portugueses, indispensable para la nueva política de nuestra Patria: estamos viendo en Portugal cosas nuevas.
Se agitan en torno a nosotros multitud de egoísmos, de vanidades, de ambiciones de mando, de impacientes intereses individuales que no se subordinan, sino que pretenden sobreponerse a los intereses de la colectividad; y hay muchos millares de portugueses que se sacrifican abnegadamente por el bien común, que toman la defensa de éste como un deber, sea cual fuere el orden de actuación que se les indique, trabajando, obedeciendo, sirviendo: estamos viendo en Portugal cosas nuevas.
Reaccionando contra una atmósfera de irreverencia, de falta de respeto cuando no de declarada subversión; levantándonos contra un ambiente en que parecía que el Poder se bastardeaba y toda autoridad se disolvía; luchando contra la corriente de internacionalismo sospechoso con que las naciones se están dejando contaminar en su más íntima estructura, nosotros partimos de la realidad viva — económica, social, moral y política — de la Nación portuguesa y reconocemos en la veneranda persona del Jefe del Estado no solo el más alto grado de autoridad, sino más aún, la expresión, el reflejo de la propia unidad de la Patria; decididamente hay algo nuevo en Portugal, e importa enfocar a plena luz la fuente de donde brotan las aguas vivas de este renacimiento.

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Para leer el discurso completo haga click sobre la imagen del gran Estadista.

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