Orlando Fedeli
Fábio Vanini, biólogo
Marina Marques Vanini, doctoranda en Biología
Marcelo Murai, Maestro en Biología
Luciana Kauer Murai, graduada en Biología
Dr. Daniel Almeida de Oliveira, Médico
II - EVOLUCIÓN Y METAFÍSICA
1 - EL PROBLEMA DEL ORIGEN DE LA VIDA
o que es la vida y cual a su origen son dos problemas que, escapando del puro campo biológico, se extienden a la Metafísica y a la Teología. no es de espantar, pues, que las discusiones sobre el evolucionismo resbalen siempre para el terreno religioso.
Acontece, sin embargo, que mismo entre los seres puramente materiales aparece la vida, y que el hombre, aun que dotado de alma racional, espiritual por tanto, tiene también un cuerpo animal. De ahí nacen algunos problemas importantes. Estos son algunos:
1a. - Corriente Materialista - teniendo raíces en la filosofía Nominalista de Ockham, el materialismo adquirió, posteriormente, múltiples formas. En todas, se procuraba dar a los problemas metafísicos una solución de carácter racionalista, cientificista, mecanicista y materialista. No es a la toa que defiende el filósofo nominalista, Ronaldo Fisher, en su libro The Genetical Theory of Natural Selection. (Oxford: Clarendon Pres, 1930; New York: Dover Pubns., 1958).
2a - Corriente Gnóstica - en directa oposición al materialismo, se desarrolló una corriente cuyos orígenes remontan a Eckhart y al misticismo de las sectas medievales, y que, rechazando total o parcialmente la materia, afirman un dualismo que da valor y realidad sólo al espíritu. De fondo platónico y gnóstico, se multiplican las sectas secretas esotéricas, desde que se perdió la seguridad de la Escolástica y la sumisión a la Iglesia y a la primacía de la Fe. Estas sectas, en general, eran anti-racionales, anti-científicas, mágicas, y contrarias a la materia que consideraban prisión del espíritu y producto del Dios del mal.
Con relación al problema del origen de la vida la corriente materialista decía que la causa de la vida era totalmente material. La simple ordenación de la materia tendría el poder de generar la vida. De modo general, las corrientes evolucionistas se afilian al materialismo.
En oposición, la corriente espiritualista y gnóstica, afirma que la vida es la manifestación de un espíritu divino inmerso en la materia y que procura libertarse. Las sectas alquímicas están en este último caso.
A posición de Teilhard de Chardin procura conciliar las dos corrientes, aun que su pensamiento sea típicamente gnóstico.
Ya sea la explicación mecanicista de la vida adoptada por la corriente materialista, ya sea la concepción vitalista y espiritualista de la vida, de la corriente gnóstica, se oponen a la concepción católica y a la Escolástica.
Por reacción al mecanicismo materialista, algunos néo- escolásticos terminaron - por equívoco - tendiendo a dar una solución de tonos vitalistas al problema de la vida vegetal y animal.
Para Santo Tomás, la vida vegetal y animal corresponde a la forma substancial material de la planta y del animal. La doctrina hilemorfista de Aristóteles y Santo Tomás afirma que en todo ser material hay una composición de materia y forma substancial. En los vegetales y animales, la materia es ordenada potencialmente a tener vida vegetal o animal, que les es dada por su forma substancial material. Así, la vida de una planta o de un animal corresponde a su forma substancial. El morir del animal y de la planta es la pérdida de su forma animal o vegetal, apenas eso. En la planta y en el animal no hay entonces ningún principio vital extrínseco a la materia.
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