Y así Rodrigo Díaz de Vivar, llamado el Cid, cruzó las puertas de la historia y entró en la leyenda.
Que el Padre Celestial reciba entre sus brazos el alma de aquel que en la vida y en la muerte fue el más puro caballero que en buena hora llego a España.
Que el Padre Celestial reciba entre sus brazos el alma de aquel que en la vida y en la muerte fue el más puro caballero que en buena hora llego a España.
1 comentarios:
Es desde luego el más grande caballero que haya dado España, un ejemplo a seguir por todos.
Un abrazo
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