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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

21 de diciembre de 2008

El Cid Campeador, ( a quien no conocen los alumnos de 6º año de Medicina, de la Universidad Austral (Opus Dei) de la Argentina

Y así Rodrigo Díaz de Vivar, llamado el Cid, cruzó las puertas de la historia y entró en la leyenda.
Que el Padre Celestial reciba entre sus brazos el alma de aquel que en la vida y en la muerte fue el más puro caballero que en buena hora llego a España.


1 comentarios:

Hispanicus dijo...

Es desde luego el más grande caballero que haya dado España, un ejemplo a seguir por todos.

Un abrazo