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Fragmento de Notre charge apostolique. S.S San Pío X (1910)
"No, Venerables Hermanos -preciso es reconocerlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo."

1 de mayo de 2009

Llamando a las cosas por su nombre


Fragmento de un artículo de Aceprensa





ero el 27 de abril la ceremonia de graduación de Notre Dame sufrió otra conmoción: Mary Ann Glendon renunciaba a la Laetare Medal. En una carta al rector de Notre Dame, John Jenkins, religioso de la Congregación de la Santa Cruz, explicaba sus motivos.

En primer lugar, recordaba al rector que los obispos habían pedido en 2004 a las instituciones católicas que “no concedieran honores a aquellos que actúan sin respetar nuestros principios morales fundamentales”, y que a tales personas “no se les deberían conceder premios, honores o plataformas que pudieran sugerir un apoyo a sus acciones”.

“Esta petición –apostilla Glendon–, que en modo alguno implica un control o interferencia con la libertad de una institución para invitar y debatir con quien quiera, me parece tan razonable que no entiendo cómo una universidad católica puede no respetarla”. Esta observación, proveniente de una profesora que ha enseñado en universidades tan seculares como Harvard, no puede despacharse invocando sin más la libertad académica.

La segunda cosa que molestó a Mary Ann Glendon fue que, en unas directrices escritas dadas por la universidad para que su consejo de patronos respondiera a las críticas por la distinción ofrecida a Obama, se diera a entender que el discurso de la jurista serviría como contrapeso para buscar un equilibrio en el acto académico. Glendon piensa que una ceremonia de graduación debe ser un día alegre para los alumnos y sus familias. Por eso, dice, no es el lugar oportuno para tratar el grave problema que suscita la decisión de Notre Dame de “conceder honores a un destacado e inflexible oponente a la postura de la Iglesia en cuestiones que tienen que ver con principios fundamentales de justicia”.

Por último, la jurista menciona que, ante noticias de que otras escuelas católicas podrían también hacer caso omiso de las directrices episcopales, “me preocupa –dice– que el ejemplo de Notre Dame pueda tener un desafortunado ejemplo expansivo”.

Por todo lo cual, Mary Ann Glendon renuncia a la Laetare Medal y a participar en la ceremonia de graduación.

NdE: La Dra Glendon es una de las juristas católicas más conocidas en EE.UU., profesora de Harvard, ex embajadora de su país en el Vaticano, recibió en 1998 el doctorado "honoris causa", en la Universidad de Navarra.



1 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Vamos, vamos qué alegría, otra católica de verdad! Y, además, en Argentina hay muchos más, como vemos por su trabajo y es, especialmente, brillante el Dr. Caponnetto. Gracias.
Y, que volvamos pronto a una sociedad católica, esta judeo-masónica-protestante es invivible.
¡Dios le siga iluminando!